Unos 50.000 irlandeses se manifestaron este sábado contra el plan de rigor draconiano que quiere aplicar el gobierno, presentado como una condición indispensable para beneficiarse de un vasto programa de ayuda de la UE y el FMI.
El cortejo de unas 50.000 personas, según un cálculo de la policía a las 13H00 GMT, con un grupo de gaiteros en cabeza, salió de los muelles del río Liffey hacia la GPO (General Post Office), lugar simbólico del centro de la ciudad donde fue leída en 1916 la declaración de la independencia.
Unos 700 policías y un helicóptero fueron movilizados para mantener el orden.
Los manifestantes avanzaban cantando "Nosotros somos el pueblo, nosotros tenemos los votos". Llevaban una banderola donde se podía leer: "Hay una vía más justa y mejor", en oposición al plan de austeridad destinado a sacar al país de su elevado endeudamiento.
"Los recortes presupuestarios no son necesarios. Salvamos a los bancos, no a Irlanda. Son los bancos los que tendrían que sufrir, dejémoslos caer", se queja Marian Hamilton, una irlandesa de 57 años que teme que su subsidio de minusválida se reduzca.
Marian fue a la manifestación con su nieto de siete años. Su hijo emigró a Australia para encontrar trabajo.
Para Mark Finley, un trabajador de la municipalidad de Dublín de 28 años, "hay que sacar al gobierno y hacer huelga".
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