El 22 de noviembre está registrado en el santoral como la fecha de veneración de Santa Cecilia, hija de una acaudalada familia de Roma que consagró su vida a Cristo. Más terrenalmente, es conocida como la Patrona del músico, un ser que práctica una de las artes más sublimes y que mediante el sonido de un instrumento o su propia voz, exterioriza sentimientos para el disfrute de otros sin importar la distancia ni la lengua.
Entre esos músicos que sintetizan lo anteriormente dicho, se encuentra el internacionalmente conocido y calificado como pionero entre los cultores de la Salsa: Federico Betancourt, quien con su Combo Latino traspasó las fronteras venezolanas en la década de los sesenta y dio a conocer la calidad interpretativa de los jóvenes que le acompañaban en la ejecución de los ritmos afroantillanos.
Nacido en la capital carabobeña en 1940, Betancourt se asentó en Caracas donde se desempeñó como empleado bancario, sin dejar de lado su pasión por la música que cultivó escuchando a las afamadas agrupaciones cubanas que por esos años se oían en la radio venezolana.
Aunque no realizó estudios formales de música se preparó para dirigir su propia agrupación, lo que logró en la primera mitad de 1960 al fundar su combo que se caracterizó por el sonido de trompetas y metales al estilo de las orquestas de New York dirigidas por Eddie Palmieri y Johnny Pacheco.
Entre los integrantes de Federico y su Combo Latino destacaron grandes cantantes y músicos, hoy día muy afamados: Rogelia "Canelita" Medina, Dimas Pedroza, Carlín Rodríguez, Orlando Castillo "Watussi, José "Joe" Ruiz, Enrique "Culebra" Iriarte, Wladimir Lozano,", "El Negrito" Calavén, José Antonio Rojas "Rojita" y César Monges "Albóndiga"y quienes impusieron temas tan recordados como Maína, Cocolía, Pao Pao, El Jaleo, Besos Brujos, Señor Gallo, Pancho y Ramona, y Canción de la serranía, entre otros, piezas consideradas como clásicos por los seguidores de la salsa.
Este término, con el que se ha dado en llamar a todos los géneros bailables latinos fue utilizado en primer lugar por Federico Betancourt en su LP de 1966, Llegó la Salsa.
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