Unos 33.543 españoles llegaron en los últimos dos años a Argentina para estudiar o buscar empleo empujados por la crisis económica, según datos de una consultora que forma parte de un informe publicado hoy por la prensa bonaerense.
Este éxodo, calculado por la consultora Adecco de acuerdo con datos oficiales, agrega un matiz inesperado a las históricas migraciones entre España y Argentina, que entre fines del siglo XIX y comienzos del XX acogió a cientos de miles de españoles que buscaban prosperidad, apunta el informe del diario Clarín.
Los argentinos, que en las últimas décadas hallaron refugio en España ya sea huyendo de dictaduras o crisis económicas como la de 2001, reciben ahora a españoles de entre 25 y 35 años, el segmento poblacional más golpeado por los males que afectan a su país, según los datos de la consultora.
El perfil del expatriado español en Argentina suele corresponder al de jóvenes cualificados, sin responsabilidades familiares, cuyas prioridades laborales son la autonomía profesional y la perspectiva de hacer carrera en alguna compañía, indicó al periódico Eloy Capellán, directivo de Adecco.
Hay un grupo minoritario de ejecutivos trasladados por grandes empresas españolas que están dispuestos a quedarse en el extranjero entre tres y cinco años, "pero estas motivaciones difieren en mujeres: ellas buscan buen ambiente laboral y flexibilidad en los horarios", comentó.
Hace una década, hubo un éxodo similar de argentinos agobiados por la severa crisis económica de su país.
"España destruyó tres millones y medio de puestos de trabajo entre 2008 y 2010. No hay trabajo para las nuevas generaciones y la tendencia de la expatriación continuará", aseguró Capellán.
"En mi país no conseguía nada", declaró al periódico la asturiana Bárbara Álvarez Plá, de 35 años, quien se radicó en Argentina, donde terminó sus estudios y consiguió empleo.
"Mis profesores me hablaron de Argentina, hice contactos y acá estoy, trabajando y terminando estudios de cine", dijo a su vez Alejandro Cortés, de 27 años, que emigró porque "la industria del arte fue muy perjudicada" en España.
Para el historiador argentino Daniel Balmaceda este fenómeno abre un nuevo capítulo en las relaciones con España, que "no sólo recibió a emigrantes argentinos a fines de los años "70 sino también a quienes huyeron de los descalabros económicos de los "80 y de 2001", cuando Argentina entró en cese de pagos.
"El español que arribó a nuestro país entre 1860 y 1900 venía dispuesto a quemar naves. Para él la prosperidad estaba en Argentina, pero en aquellos casos no había retorno posible a la patria. Ahora quizás sea diferente", puntualizó.
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