Estados Unidos culpó a altos funcionarios del Partido Comunista Chino del ataque informático que sufrió Google a finales del año pasado, y que le forzó a dejar de operar temporalmente su motor de búsqueda en el país.
Así consta en cables diplomáticos clasificados, enviados a Washington desde la embajada de EE.UU. en Pekín, y que han sido publicados hoy por la web WikiLeaks, como parte de la progresiva difusión de los más de 251.000 documentos a los que ha tenido acceso.
Los cables revelan la tensión creciente y la censura que sufrió el año pasado el gigante informático por su reticencia a aplicar la censura en su motor de búsqueda, así como los intentos que protagonizó la empresa para solventar el tema de manera discreta, con intervención del Gobierno de EE.UU., antes de denunciar públicamente la situación.
En uno de los cables, fechado el 12 de julio del año pasado, un funcionario estadounidense explica cómo el Gobierno chino decidió bloquear el buscador durante 24 horas como medida de presión, al constatar que no se estaban filtrando los resultados de las búsquedas como quería.
La principal demanda de los altos funcionarios chinos era que la dirección Google.cn, a la que acceden los usuarios chinos, no tuviera ningún link con la general google.com, en la que no se filtran los contenidos.
El cable explica el malestar especialmente por el acceso que los usuarios podían tener a material pornográfico en las búsquedas no censuradas.
Pero la presión se acentuó, según indica otro de los cables, cuando un alto funcionario del Comité Permanente del Politburó del Partido Comunista Chino descubrió que se podían hacer búsquedas en chino sin censuras en la web mundial.
Como prueba, este miembro no identificado en los cables, puso su nombre y pulsó el motor de búsqueda. Los resultados, según relata el funcionario estadounidense, fueron "críticos".
Este simple hecho hizo que se comenzara a gestar un ataque político contra Google, que le forzara a "abandonar un mercado potencial de 400 millones de usuarios", según relata un cable de enero pasado.
Los cables revelan que el alto funcionario que se mostró disgustado tras poner su nombre en el buscador, obtuvo la ayuda de un segundo miembro del Politburó para forzar a Google a eliminar de su página china el link que redirigía las búsquedas a la versión internacional.
El diario El País, uno de los medios internacionales que ha tenido acceso previo a los cables de WikiLeaks identifica a los funcionarios como Li Changchun y Zhou Yongkang, números cinco y nueve en la jerarquía del Politburó, compuesto actualmente por tan solo nueve miembros.
La embajada estadounidense tuvo esta información a través de un contacto habitual, considerado un sujeto "a proteger", quien desconoce, sin embargo, si el presidente, Hu Jintao, y el primer ministro, Wen Jiabao, estaban al tanto del boicot a Google.
Uno de los cables revela además el intento, supervisado por los dos miembros del Politburó, de acceder mediante un ataque informático a las cuentas de Gmail de disidentes chinos.
Este ciberataque, que fue denunciado públicamente por Google el 12 de enero pasado, fue descrito por la embajada estadounidense como "de naturaleza 100 por cien política", y no relacionado con ningún intento de eliminar a Google como competidor para los buscadores chinos.
Las acusaciones directas de EE.UU. contenidas en los cables son relevantes, pues hasta ahora no se había hecho publica ninguna afirmación de que el país que vinculara el ataque con el Partido Comunista chino.
El ataque agravó las tensiones entre China y EE.UU., y provocó que Google anunciara su salida del país, tras tres años de operaciones, y reubicara su buscador en Hong Kong, donde era capaz de hacer funcionar su buscador en chino y en inglés sin censura.
Durante esos días se produjeron varias declaraciones al respecto de altos funcionarios estadounidenses. La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, llegó a pronunciar un discurso en Washington sobre la importancia de defender la libertad en internet.
Las tensiones se suavizaron a mediados de este año, cuando el Gobierno chino renovó su licencia a Google y el buscador dejó de redirigir automáticamente a los internautas chinos al portal libre de Hong Kong, aunque pudo mantener el vínculo de google.com en el portal chino. EFE
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