"El gobierno de Colombia considera cada vez más a Venezuela como una amenaza, sobre todo tras las recientes compras de armamento a Rusia, y ve el acuerdo de defensa como un disuasorio ante una posible agresión venezolana", señaló el 5 de febrero de 2009 el entonces embajador estadounidense en Bogotá, William Brownfield, en una nota remitida a Washington.
Brownfield escribió que el actual presidente colombiano y entonces ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, fue uno de los principales impulsores del acuerdo, que permitía a militares estadounidenses operar en siete bases colombianas y que finalmente fue dejado sin efecto por la Justicia en Bogotá el 18 de agosto de 2010.
"En varias ocasiones, el ministro Santos ha aludido al puente aéreo de Estados Unidos a Israel durante la guerra del Yom Kipur de 1973, y ha pedido 'garantías' similares del Gobierno estadounidense en caso de un conflicto con Venezuela", escribió el embajador en febrero de 2009, según WikiLeaks.
Uribe, quien gobernó entre 2002 y 2010 con una plataforma de derecha, tuvo varios roces con el mandatario venezolano, Hugo Chávez, quien a mediados de 2009 rompió totalmente los nexos con Bogotá debido al acuerdo militar.
Chávez, quien llegó a tildar al entonces ministro Santos como "el señor de la guerra", consideraba al acuerdo militar como una amenaza para Venezuela y otros países latinoamericanos.
Santos, delfín de Uribe, asumió el poder el 7 de agosto y tres días después restableció los nexos con el presidente venezolano.
El mandatario colombiano considera actualmente al venezolano como su "nuevo mejor amigo", lo que Chávez correspondió con un comentario similar, mientras que Uribe mantiene su postura ante Caracas.
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