La compañía japonesa Yamaha comunicará el jueves el cierre de su fábrica de motos de Palau-solità i Plegamans (Barcelona, noreste), en la que trabajan más de 400 trabajadores, confirmaron este miércoles a AFP fuentes sindicales.
Se trata de la primera gran deslocalización industrial que debe enfrentar el nuevo gobierno regional catalán, la Generalitat, en el poder desde diciembre, y es una consecuencia directa de la caída del negocio en España y en Europa, donde las ventas de motos cayeron en torno al 47% en los últimos años, según fuentes del sector.
La decisión "nos hace sospechar que Yamaha quiere llevarse la producción de aquí a Francia", explicó a la AFP Oscar Rivera, secretario general del sindicato Comisiones Obreras (CCOO) en la multinacional japonesa.
"No hay ninguna justificación económica. La planta es la más rentable que tiene Yamaha y ha dado beneficios enormes. Tantos que con ellos se financiaron las plantas existentes en Francia", añadió.
El sindicato está "a la espera" del anuncio del jueves: "Plantearemos el tema y las presiones que hagan falta y trataremos de que nos escuchen también las administraciones" porque "no queremos dinero sobre la mesa, sino mantener el trabajo y que la fábrica no se mueva de aquí", declaró.
Yamaha, que hace dos semanas nombró al presidente en Europa, Hajime Yamaji, como presidente del consejo de administración de Yamaha España, se instaló en España en 1981 y 10 años más tarde construyó la fábrica en Palau-solità, con capacidad para producir 120.000 unidades.
La fábrica catalana es la última que tenía Yamaha Motor en Europa, tras el cierre de una planta en Italia
Se trata de la primera gran deslocalización industrial que debe enfrentar el nuevo gobierno regional catalán, la Generalitat, en el poder desde diciembre, y es una consecuencia directa de la caída del negocio en España y en Europa, donde las ventas de motos cayeron en torno al 47% en los últimos años, según fuentes del sector.
La decisión "nos hace sospechar que Yamaha quiere llevarse la producción de aquí a Francia", explicó a la AFP Oscar Rivera, secretario general del sindicato Comisiones Obreras (CCOO) en la multinacional japonesa.
"No hay ninguna justificación económica. La planta es la más rentable que tiene Yamaha y ha dado beneficios enormes. Tantos que con ellos se financiaron las plantas existentes en Francia", añadió.
El sindicato está "a la espera" del anuncio del jueves: "Plantearemos el tema y las presiones que hagan falta y trataremos de que nos escuchen también las administraciones" porque "no queremos dinero sobre la mesa, sino mantener el trabajo y que la fábrica no se mueva de aquí", declaró.
Yamaha, que hace dos semanas nombró al presidente en Europa, Hajime Yamaji, como presidente del consejo de administración de Yamaha España, se instaló en España en 1981 y 10 años más tarde construyó la fábrica en Palau-solità, con capacidad para producir 120.000 unidades.
La fábrica catalana es la última que tenía Yamaha Motor en Europa, tras el cierre de una planta en Italia
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