El candidato presidencial peruano Ollanta Humala aseguró hoy que aún tiene grandes posibilidades de ganar las elecciones del 10 de abril, pues así se lo dicen “las calles”, pese a que las encuestas lo muestran relegado al cuarto lugar y a que los analistas le dan pocas probabilidades de crecimiento.
“Es que no soy el candidato de las encuestadoras ni de la mayoría de los medios de comunicación”, justificó Humala, único de los postulantes fuertes que objeta a fondo el modelo económico liberal vigente, durante un encuentro con corresponsales de prensa extranjera en Lima.
El teniente coronel del Ejército en retiro, que postula por la confluencia nacionalista-izquierdista Gana Perú (GP), insistió en la necesidad de introducir cambios en el modelo, a pesar de reconocerle algunos logros.
“El crecimiento es plata en el bolsillo. Y los bolsillos están con plata en solo cuatro o cinco sectores, como las administradoras de fondos de pensiones”, dijo Humala respecto a las cifras macroeconómicas que muestran al Perú como uno de los países de mayor avance económico en el mundo en la última década.
Según Humala, los cambios para que el modelo sea más inclusivo deben pasar por una visión nacionalista de la economía, en la que el país deje de ser un mero exportador de materias primas. En ese marco, criticó la “falacia” de los tratados de libre comercio, que, según él, solo han favorecido a “unas pocas transnacionales”.
El líder nacionalista también se ratificó en revisar los puntos de contratos con empresas mineras o petroleras que sean lesivos para el país y criticó la forma en que se han entregado recursos sin siquiera ver las necesidades de las comunidades que moran en los lugares de explotación.
No obstante, el líder nacionalista descartó que un eventual gobierno suyo se dedique a estatizar la economía o incurra en expropiaciones de empresas privadas. “Eso no está en nuestro programa”, enfatizó.
Asimismo, Humala marcó distancias conel presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y dijo que como gobernante no permitiría “ningún tipo de injerencia” por parte de ese país. Insistió en que no va a Venezuela desde hace varios años y constrastó que en cambio ha tenido un diálogo constante con el Partido de los Trabajadores, gobernante en Brasil.
“Las relaciones internacionales del Perú (en un eventual gobierno de GP) se guiarán por los intereses nacionales”, dijo Humala, de quien sostienen los analistas que una de las principales causas de sus aparentes bajas expectativas de este año obedece a la percepción de que está en la órbita de Chávez.
Esa definición sobre la línea de las relaciones internacionales la hizo extensiva a Chile. Sin embargo, Humala, a quien rivales le atribuyen posiciones “antichilenas”, sí se declaró en desacuerdo con que haya capitales de ese país en los puertos peruanos. Eso sí, dijo que en su administración la empresa portuaria estatal peruana saldría a competir al extranjero, incluso a Chile.
En cuanto al narcotráfico, Humala se declaró contrario a una eventual legalización de la droga, y dijo que para encarar el problema se requiere de mayor presencia del Estado en la zona de producción de coca, de una clara diferenciación entre cocaleros y narcotraficantes y de un más efectivo trabajo de inteligencia contra la presencia de cárteles extranjeros.
El candidato de GP evitó comentar sobre temas como la unión civil entre homosexuales, la despenalización de algunos casos de aborto o un indulto para el encarcelado ex presidente Alberto Fujimori en caso de una enfermedad terminal, pues “no son temas de campaña”.
En tres encuestas presentadas este mes por empresas diferentes, Humala, de 47 años, no pasa de 12 por ciento de intención de voto, por debajo del ex presidente Alejandro Toledo, del ex alcalde de Lima Luis Castañeda y de la parlamenmtaria Keiko Fujimori, que superan los 20 puntos. DPA
“Es que no soy el candidato de las encuestadoras ni de la mayoría de los medios de comunicación”, justificó Humala, único de los postulantes fuertes que objeta a fondo el modelo económico liberal vigente, durante un encuentro con corresponsales de prensa extranjera en Lima.
El teniente coronel del Ejército en retiro, que postula por la confluencia nacionalista-izquierdista Gana Perú (GP), insistió en la necesidad de introducir cambios en el modelo, a pesar de reconocerle algunos logros.
“El crecimiento es plata en el bolsillo. Y los bolsillos están con plata en solo cuatro o cinco sectores, como las administradoras de fondos de pensiones”, dijo Humala respecto a las cifras macroeconómicas que muestran al Perú como uno de los países de mayor avance económico en el mundo en la última década.
Según Humala, los cambios para que el modelo sea más inclusivo deben pasar por una visión nacionalista de la economía, en la que el país deje de ser un mero exportador de materias primas. En ese marco, criticó la “falacia” de los tratados de libre comercio, que, según él, solo han favorecido a “unas pocas transnacionales”.
El líder nacionalista también se ratificó en revisar los puntos de contratos con empresas mineras o petroleras que sean lesivos para el país y criticó la forma en que se han entregado recursos sin siquiera ver las necesidades de las comunidades que moran en los lugares de explotación.
No obstante, el líder nacionalista descartó que un eventual gobierno suyo se dedique a estatizar la economía o incurra en expropiaciones de empresas privadas. “Eso no está en nuestro programa”, enfatizó.
Asimismo, Humala marcó distancias conel presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y dijo que como gobernante no permitiría “ningún tipo de injerencia” por parte de ese país. Insistió en que no va a Venezuela desde hace varios años y constrastó que en cambio ha tenido un diálogo constante con el Partido de los Trabajadores, gobernante en Brasil.
“Las relaciones internacionales del Perú (en un eventual gobierno de GP) se guiarán por los intereses nacionales”, dijo Humala, de quien sostienen los analistas que una de las principales causas de sus aparentes bajas expectativas de este año obedece a la percepción de que está en la órbita de Chávez.
Esa definición sobre la línea de las relaciones internacionales la hizo extensiva a Chile. Sin embargo, Humala, a quien rivales le atribuyen posiciones “antichilenas”, sí se declaró en desacuerdo con que haya capitales de ese país en los puertos peruanos. Eso sí, dijo que en su administración la empresa portuaria estatal peruana saldría a competir al extranjero, incluso a Chile.
En cuanto al narcotráfico, Humala se declaró contrario a una eventual legalización de la droga, y dijo que para encarar el problema se requiere de mayor presencia del Estado en la zona de producción de coca, de una clara diferenciación entre cocaleros y narcotraficantes y de un más efectivo trabajo de inteligencia contra la presencia de cárteles extranjeros.
El candidato de GP evitó comentar sobre temas como la unión civil entre homosexuales, la despenalización de algunos casos de aborto o un indulto para el encarcelado ex presidente Alberto Fujimori en caso de una enfermedad terminal, pues “no son temas de campaña”.
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