El presidente boliviano, Evo Morales, aprovechó hoy para pedir al “Ekeko” (dios de la abundancia, en aymara) que su país se convierta en los próximos años en gran productor de alimentos.
El mandatario indígena sorprendió hoy al asistir a la ceremonia de inauguración de la anual feria de la miniatura y pedidos al “Ekeko” (dios de la abundancia), evento que data desde 1781 y paraliza cada 24 de enero a La Paz porque los vendedores de miniaturas pululan en calles, avenidas y plazas.
Morales presenció el acto que organizó el alcalde de La Paz, Luis Revilla, de las filas del opositor Movimiento Sin Miedo (MSM), y hasta se animó a jugar “futbolín” (fútbol de mesa) como revancha a un partido disputado hace meses, donde el mandatario aplicó un rodillazo en los genitales de un adversario.
“Uno de mis sueños es que Bolivia se convierta en una nación productora de alimentos en gran escala, y que exporte al mundo una vez que garantice el abastecimiento nacional y la economía popular”, dijo Morales.
Es habitual que a mediodía -como manda la tradición- la gente compre víveres, casas, vehículos, maletas, dinero (bolivianos, dólares y euros) y otros productos en miniatura, hecho a mano por artesanos de La Paz y El Alto.
El historiador Fernando Cajías relató que “Día de Alasitas” o “Día del Ekeko” se inició en 1781 en La Paz con autorización del entonces gobernador de La Paz, el español Sebastián Segurola.
“Compré dólares y una canasta de víveres. Es increíble la calidad de cada trabajo que hacen nuestros artesanos. También conseguí títulos de propiedad. Ahora sólo falta que se haga realidad”, relató Mariana después comprar en una plaza de El Alto.
Las mujeres solteras suelen comprar “gallos” para conseguir una pareja y los futuros migrantes pugnan por adquirir maletas, pasajes aéreos y pasaporte.
“Este año estamos vendiendo pavos reales y las jovencitas están comprando porque quieren tener un marido con mucho dinero”, comentó Teresa, una de las miles de vendedoras de ilusiones y fantasías.
Los diarios aprovechan esta ocasión para vender diminutas ediciones donde existe bastante sátira en sus textos acompañadas de fotocomposiciones que provocan sonrisas.
El tema preferido de los diarios fueron las filtraciones de WilkiLeaks que dirige Julian Assange y el rodillazo de Evo Morales en un partido de fútbol.
La fiesta de Alasita, nacida hace tres siglos en La Paz, trascendió fronteras y tiene mucho éxito en el sur de Perú y norte de Chile, al igual que en otras ciudades de Bolivia. dpa.
El mandatario indígena sorprendió hoy al asistir a la ceremonia de inauguración de la anual feria de la miniatura y pedidos al “Ekeko” (dios de la abundancia), evento que data desde 1781 y paraliza cada 24 de enero a La Paz porque los vendedores de miniaturas pululan en calles, avenidas y plazas.
Morales presenció el acto que organizó el alcalde de La Paz, Luis Revilla, de las filas del opositor Movimiento Sin Miedo (MSM), y hasta se animó a jugar “futbolín” (fútbol de mesa) como revancha a un partido disputado hace meses, donde el mandatario aplicó un rodillazo en los genitales de un adversario.
“Uno de mis sueños es que Bolivia se convierta en una nación productora de alimentos en gran escala, y que exporte al mundo una vez que garantice el abastecimiento nacional y la economía popular”, dijo Morales.
Es habitual que a mediodía -como manda la tradición- la gente compre víveres, casas, vehículos, maletas, dinero (bolivianos, dólares y euros) y otros productos en miniatura, hecho a mano por artesanos de La Paz y El Alto.
El historiador Fernando Cajías relató que “Día de Alasitas” o “Día del Ekeko” se inició en 1781 en La Paz con autorización del entonces gobernador de La Paz, el español Sebastián Segurola.
“Compré dólares y una canasta de víveres. Es increíble la calidad de cada trabajo que hacen nuestros artesanos. También conseguí títulos de propiedad. Ahora sólo falta que se haga realidad”, relató Mariana después comprar en una plaza de El Alto.
Las mujeres solteras suelen comprar “gallos” para conseguir una pareja y los futuros migrantes pugnan por adquirir maletas, pasajes aéreos y pasaporte.
“Este año estamos vendiendo pavos reales y las jovencitas están comprando porque quieren tener un marido con mucho dinero”, comentó Teresa, una de las miles de vendedoras de ilusiones y fantasías.
Los diarios aprovechan esta ocasión para vender diminutas ediciones donde existe bastante sátira en sus textos acompañadas de fotocomposiciones que provocan sonrisas.
El tema preferido de los diarios fueron las filtraciones de WilkiLeaks que dirige Julian Assange y el rodillazo de Evo Morales en un partido de fútbol.
La fiesta de Alasita, nacida hace tres siglos en La Paz, trascendió fronteras y tiene mucho éxito en el sur de Perú y norte de Chile, al igual que en otras ciudades de Bolivia. dpa.
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