La actriz australiana Nicole Kidman ha reconocido haber experimentado con botox para realzar sus facciones en su lucha contra el envejecimiento, aunque reniega ahora del preparado que se inyectan muchas mujeres en el rostro.
"También he probado botox", admite la protagonista de "Los otros" y "Cold Mountain" en una entrevista adelantada hoy por la revista alemana TV-Movie, en la que reconoce: "no me gustó después el aspecto de mi rostro".
La actriz australiana comenta que su imagen de persona distante se debe a la educación que le dio su madre, quien le inculcó desde niña que "nadie debe mostrar lo que realmente piensa o siente".
Sin embargo, admite que no le importa hablar de sus problemas con terceras personas y que de hecho usa "de asesoramiento profesional. Y cuando nada ayuda" reza.
"Soy muy emocional y lloro por las cosas que me afectan", asegura Nicole Kidman, para desmentir la errónea imagen que la opinión pública tiene sobre su persona como actriz supuestamente fría y calculadora.
Por ello subraya que el papel en su última película "Rabbit Hole", en el que interpreta a una madre que pierde a su hijo pequeño, "fue una pesadilla".
"Tuve pesadillas y desperté más de una noche sobresaltada, bañada en sudor", afirma la actriz, tras confesar que lloró desconsolada casi todas las noches tras el rodaje
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