El nuevo Congreso estadounidense, inaugurado hoy, iniciará investigaciones sobre los orígenes de las filtraciones obtenidas por WikiLeaks, la protección de los principales secretos estatales y los riesgos de futuras fugas, informó el sitio digital Político.
El republicano Darrell Issa, quien jurará hoy ante el Congreso como presidente del Comité de Control y Reforma de la Cámara de Representantes, anunció la prioridad de indagar sobre WikiLeaks, y los modos en que se protegen los secretos de Estado.
Issa, visiblemente decidido a combatir al gobierno demócrata, prometió llegar al fondo sobre temas candentes, en particular asuntos de seguridad nacional, las causas de la crisis hipotecaria, hasta la corrupción en Afganistán.
Según el espacio digital, Issa tiene el propósito, con el actuar de la Comisión, de atrapar la atención del Congreso en los primeros meses del año, aunque todavía no fijó fecha de las audiencias, ni testigos participantes.
Medios de prensa prevén que la investigación tomará al menos tres meses y dan por sentado que comparezca en el Capitolio el consejero nacional de Seguridad de la Casa Blanca, Thomas Donilson.
También especulan sobre posibles declarantes en las averiguaciones como la secretaria de Estado, Hillary Clinton, y otros funcionarios.
Los despachos de prensa informan que el Reino Unido trasladará el caso de Julian Assange, fundador de WikiLeaks, a la corte de Berlmarsh, experta en temas sobre terrorismo, y especulan que la medida responde a pedido de Estados Unidos.
En Belmarsh está una de las prisiones de máxima seguridad de Reino Unido, donde están retenidos los acusados de terrorismo sin juicio previo, y es considerado por Anmistía Internacional como el Guantánamo británico.
De ser juzgado por terrorismo, Assange corre el riesgo de ser arrestado y encarcelado de forma inmediata y su defensa sería más complicada.
El periodista australiano de 39 años está en libertad condicional en el Reino Unido, a la espera de una resolución para ser extraditado a Suecia ante la demanda de un tribunal de ese país por delitos sexuales.
Las revelaciones de WikiLeaks de los intercambios entre embajadas estadounidenses en el mundo y los informes a Washington, escandalizaron a finales de noviembre de 2010 a los diplomáticos de Estados Unidos.
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