Cuando en la década de 1970 era un preso político en el calabozo más pavoroso de Haití, Claude Rosier se sentaba en su sórdida y hacinada celda para soñar en el día en que el regordete dictador Jean-Claude “Baby Doc” Duvalier enfrentara a la justicia.
A sus 79 años, expresó el viernes la esperanza de que el anhelado día pueda llegar pronto, mientras sigue recordando que fue torturado en la temida prisión de Fort Dimanche y en otras por casi 11 años durante la dictadura de la familia Duvalier de 29 años.
“Todo lo que espero ver en el caso Duvalier es justicia. No sólo para mí, sino para que la historia no se vuelva a repetir en Haití”, afirmó Rosier en un hotel de Puerto Príncipe, donde juntó con otro ex reo político y abogado de derechos humanos habló de la persecución del entonces “presidente vitalicio” de Haití.
Con apenas 19 años cuando asumió el poder tras la muerte de su infame padre, Francois “Papa Doc” Duvalier, en 1971, el régimen de 15 años de “Baby Doc” fue marcado por la tortura y la desaparición de cientos de personas. El orden riguroso fue establecido por la temida policía secreta, conocida como Tonton Macoute, la cual mató y extorsionó a un sinnúmero de haitianos.
El ex dictador, ahora con 59 años, enfrenta una investigación por corrupción y violaciones a los derechos humanos que datan de su régimen. Un juez tiene de plazo hasta abril para decidir si lo enjuicia.
El caso contra Duvalier es complejo, y forma parte de un empuje global para que los ex dictadores rindan cuentas de sus regímenes, dijo el abogado Reed Brody, de la organización Human Rights Watch. El caso, consideró, podría instaurar importantes precedentes legales en Haití, donde el sistema judicial —como otras instituciones— es históricamente débil e ineficaz.
A sus 79 años, expresó el viernes la esperanza de que el anhelado día pueda llegar pronto, mientras sigue recordando que fue torturado en la temida prisión de Fort Dimanche y en otras por casi 11 años durante la dictadura de la familia Duvalier de 29 años.
“Todo lo que espero ver en el caso Duvalier es justicia. No sólo para mí, sino para que la historia no se vuelva a repetir en Haití”, afirmó Rosier en un hotel de Puerto Príncipe, donde juntó con otro ex reo político y abogado de derechos humanos habló de la persecución del entonces “presidente vitalicio” de Haití.
Con apenas 19 años cuando asumió el poder tras la muerte de su infame padre, Francois “Papa Doc” Duvalier, en 1971, el régimen de 15 años de “Baby Doc” fue marcado por la tortura y la desaparición de cientos de personas. El orden riguroso fue establecido por la temida policía secreta, conocida como Tonton Macoute, la cual mató y extorsionó a un sinnúmero de haitianos.
El ex dictador, ahora con 59 años, enfrenta una investigación por corrupción y violaciones a los derechos humanos que datan de su régimen. Un juez tiene de plazo hasta abril para decidir si lo enjuicia.
El caso contra Duvalier es complejo, y forma parte de un empuje global para que los ex dictadores rindan cuentas de sus regímenes, dijo el abogado Reed Brody, de la organización Human Rights Watch. El caso, consideró, podría instaurar importantes precedentes legales en Haití, donde el sistema judicial —como otras instituciones— es históricamente débil e ineficaz.
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