La mayor unión de cajas de ahorro españolas, que reúne a siete de ellas incluyendo a la más antigua del país, Caja Madrid, podría hacer su entrada en Bolsa en junio, con el objetivo de atraer 3.000 millones de euros, publicó el jueves el diario El Mundo. Según dicho periódico, que cita a fuentes financieras, este calendario dejaría "margen de sobra para cumplir con los requisitos de solvencia que incluirá el decreto que prepara el Ministerio de Economía y Vivienda".
El ministerio precisó el miércoles que exigiría a algunas cajas de ahorro, sobre todo a las que no cotizaran en Bolsa, que aumentaran al 10% su tasa de capital básico ("core capital"), frente al 8% que se pide a los otros bancos, para poder reforzar la confianza en el sistema financiero del país.
Las siete cajas del Banco Financiero y de Ahorros (Caja Madrid, Bancaja, Caja Insular de Ahorros de Canarias, Caixa Laietana, Caja de Ávila, Caja Segovia y Caja Rioja) anunciaron a finales de enero su intención de entrar en Bolsa, tras haber transferido todos sus activos y pasivos a este nuevo banco.
Para alcanzar un nivel del 8%, el banco necesitará 2.000 millones de euros, calcula El Mundo, pero la entidad al parecer quiere subir hasta los 3.000 millones en su introducción en Bolsa, repartidos entre el 50% de los inversores institucionales y el 50% de los accionistas minoritarios.
El Gobierno español ha dado plazo hasta septiembre a la totalidad del sector bancario del país para mejorar su solvencia, cifrando su necesidad de capital en 20.000 millones de euros, mientras que el mercado estima que hará falta casi dos veces más.
Para recapitalizarse, las cajas de ahorro, que no tienen afán de lucro, ni cotizaban en Bolsa hasta ahora, y que generalmente están controladas por los poderes públicos regionales, deben encontrar prioritariamente capital privado, lo que ha llevado a varias a transformarse en banco y anunciar su próxima entrada en Bolsa.
Si no lo hace, el Estado habla de nacionalizaciones parciales con una duración máxima de cinco años.
El ministerio precisó el miércoles que exigiría a algunas cajas de ahorro, sobre todo a las que no cotizaran en Bolsa, que aumentaran al 10% su tasa de capital básico ("core capital"), frente al 8% que se pide a los otros bancos, para poder reforzar la confianza en el sistema financiero del país.
Las siete cajas del Banco Financiero y de Ahorros (Caja Madrid, Bancaja, Caja Insular de Ahorros de Canarias, Caixa Laietana, Caja de Ávila, Caja Segovia y Caja Rioja) anunciaron a finales de enero su intención de entrar en Bolsa, tras haber transferido todos sus activos y pasivos a este nuevo banco.
Para alcanzar un nivel del 8%, el banco necesitará 2.000 millones de euros, calcula El Mundo, pero la entidad al parecer quiere subir hasta los 3.000 millones en su introducción en Bolsa, repartidos entre el 50% de los inversores institucionales y el 50% de los accionistas minoritarios.
El Gobierno español ha dado plazo hasta septiembre a la totalidad del sector bancario del país para mejorar su solvencia, cifrando su necesidad de capital en 20.000 millones de euros, mientras que el mercado estima que hará falta casi dos veces más.
Para recapitalizarse, las cajas de ahorro, que no tienen afán de lucro, ni cotizaban en Bolsa hasta ahora, y que generalmente están controladas por los poderes públicos regionales, deben encontrar prioritariamente capital privado, lo que ha llevado a varias a transformarse en banco y anunciar su próxima entrada en Bolsa.
Si no lo hace, el Estado habla de nacionalizaciones parciales con una duración máxima de cinco años.
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