El gobierno colombiano descartó este jueves una negociación con las bandas criminales al servicio del narcotráfico integradas por ex-paramilitares a las que se responzabiliza del alza de la violencia, como lo sugirió el vicepresidente Angelino Garzón en diálogo con AFP. "Quienes piensen que se va a abrir una mesa de diálogo que les conceda a esas organizaciones un estatus político diferente al de sometimiento, pues se equivocan", declaró a la radio Caracol el ministro del Interior, Germán Vargas.
Para Vargas, si los integrantes de esas bandas desean iniciar un proceso de sometimiento a la justicia "bienvenido el mismo".
"No puede confundirse un proceso de sometimiento a la justicia con abrir una negociación que reconozca un estatus político", agregó.
"El gobierno en eso quiere ser muy claro. Quienes deseen entregarse a la justicia y avanzar en un proceso de sometimiento a la misma, bienvenidos", anotó el funcionario.
El pasado 21 de enero en una entrevista con AFP el vicepresidente Angelino Garzón dejó abierta la posibilidad de un diálogo con estos grupos.
"Si ponen fin a su actividad criminal, el Estado abrirá todos los caminos para construir escenarios de paz, de perdón y reconciliación", declaró Garzón refiriéndose de igual manera a estos grupos y a las guerrillas izquierdistas.
La declaración de Vargas se dio luego de que el obispo de la ciudad de Montería (norte), Julio César Vidal, dijera en una reunión de jerarcas católicos que el presidente Juan Manuel Santos estaría "dispuesto a abrir espacios... a las bandas emergentes" (criminales).
Segun datos oficiales, en Colombia operan principalmente siete de estas bandas presentes en al menos 16 de los 32 departamentos del país.
Debido a la violencia que desencadenan -por ajustes de cuentas y asesinatos de pobladores- la lucha contra estos grupos armados se ha vuelto una prioridad del gobierno.
El miércoles el jefe del Partido Liberal (centro izquierda), Rafael Pardo, consideró que sería una "equivocación" establecer negociaciones con estos grupos.
Para Vargas, si los integrantes de esas bandas desean iniciar un proceso de sometimiento a la justicia "bienvenido el mismo".
"No puede confundirse un proceso de sometimiento a la justicia con abrir una negociación que reconozca un estatus político", agregó.
"El gobierno en eso quiere ser muy claro. Quienes deseen entregarse a la justicia y avanzar en un proceso de sometimiento a la misma, bienvenidos", anotó el funcionario.
El pasado 21 de enero en una entrevista con AFP el vicepresidente Angelino Garzón dejó abierta la posibilidad de un diálogo con estos grupos.
"Si ponen fin a su actividad criminal, el Estado abrirá todos los caminos para construir escenarios de paz, de perdón y reconciliación", declaró Garzón refiriéndose de igual manera a estos grupos y a las guerrillas izquierdistas.
La declaración de Vargas se dio luego de que el obispo de la ciudad de Montería (norte), Julio César Vidal, dijera en una reunión de jerarcas católicos que el presidente Juan Manuel Santos estaría "dispuesto a abrir espacios... a las bandas emergentes" (criminales).
Segun datos oficiales, en Colombia operan principalmente siete de estas bandas presentes en al menos 16 de los 32 departamentos del país.
Debido a la violencia que desencadenan -por ajustes de cuentas y asesinatos de pobladores- la lucha contra estos grupos armados se ha vuelto una prioridad del gobierno.
El miércoles el jefe del Partido Liberal (centro izquierda), Rafael Pardo, consideró que sería una "equivocación" establecer negociaciones con estos grupos.
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