Legisladores y expertos advirtieron este jueves del peligro de que Estados Unidos dependa del petróleo de países "inestables" como Venezuela, que le vende un millón de barriles diarios.
"Debemos concentrarnos inmediatamente en reemplazar el petróleo de autócratas como Hugo Chávez en Venezuela por el de aliados estables y confiables como Canadá", señaló el republicano Connie Mack (Florida), jefe de la Subcomisión para América Latina de la Cámara de Representantes.
Aproximadamente el 10% de las importaciones estadounidenses de crudo provienen de Venezuela, en el quinto puesto entre sus suministradores del producto.
Esta dependencia del crudo venezolano "hace del departamento de Estado un rehén cuando debería denunciar al régimen de Chávez por sus amplias violaciones a los derechos humanos y su apoyo al terrorismo". dijo Mack, fiero crítico del mandatario nacional.
Mack presidió una audiencia para destacar la necesidad de que Estados Unidos dependa menos del petróleo de países antagonistas o propensos a crisis, como en Medio Oriente, y compre más crudo de Canadá, que es ya su principal proveedor.
Chávez, que mantiene tirantes relaciones con Washington, amenaza frecuentemente a Estados Unidos con cortarle el suministro de petróleo si agrede a Venezuela.
El régimen venezolano es amigo de "figuras problemáticas" como el líder libio Muamar Gadafi y el iraní Mahmud Ahmadinejad, mientras que la situación interna del país puede volverse "inestable a corto plazo", dijo Paul Sullivan, profesor de la Universidad de Defensa Nacional de Washington.
En Venezuela existen "los mismos factores que han producido alzamientos y revoluciones en Medio Oriente", dijo Sullivan. Además, la petrolera de ese país es estatal, por lo que tiene "sus propias políticas y metas más allá de los simples intereses de mercado".
Otro analista, Lucian Pugliaresi, presidente de la Fundación de Investigación de Política Energética, advirtió que tanto Venezuela como México, otro importante surtidor de crudo a Estados Unidos, "han experimentado drásticos descensos en su producción en los últimos años".
Los legisladores abogaron por la aprobación de la extensión del oleoducto Keystone XL entre Canadá y Estados Unidos, que prevé extenderse hasta Texas (sur), pero que ha sido resistido por organizaciones ecologistas.
El demócrata Eliot Engel (Nueva York) dijo coincidir en que Chávez "es una amenaza para la región", pero afirmó que se necesita estudiar a fondo el proyecto Keystone XL para evitar un desastre como el gigantesco derrame del año pasado en el Golfo de México provocado por BP.
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