El número de fallecidos por el terremoto y tsunami del día 11 en Japón aumentó hoy hasta los 10.489, mientras que otras 16.621 personas se encuentran aún desaparecidas, según el último cómputo de la policía japonesa.
Además, unas 240.000 personas siguen refugiadas en 1.900 centros de evacuación a raíz del desastre, que supone la peor crisis de Japón tras la II Guerra Mundial.
Hay, al menos, 18.000 casas destruidas y más de 130.000 edificios dañados, sobre todo el las zonas costeras del noreste japonés, donde las temperaturas por debajo de cero grados, como en Iwate, complican la situación de lo damnificados más ancianos.
Según las cifras oficiales, en Miyagi hubo 6.333 muertos, en Iwate 3.152 y en Fukushima 946, mientras los desaparecidos se cuentan por varios miles en esas tres provincias, las más devastadas por el seísmo y posterior tsunami.
El gran número de víctimas en las provincias de Miyagi e Iwate ha obligado a las autoridades a enterrar a muchas víctimas en fosas comunes temporales, ante la imposibilidad de continuar con las cremaciones.
Del total de personas refugiadas, unas 33.500 han sido trasladadas a otras zonas de Japón, como Niigata, Saitama o Gunma, según datos recopilados por la televisión NHK.
La mayoría de ellas provienen de Fukushima, donde la crisis nuclear ha obligado a evacuar una área de 20 kilómetros e hizo que el viernes el Gobierno nipón recomendará a los residentes en un radio de 30 kilómetros a abandonar el lugar.
Además, unas 240.000 personas siguen refugiadas en 1.900 centros de evacuación a raíz del desastre, que supone la peor crisis de Japón tras la II Guerra Mundial.
Hay, al menos, 18.000 casas destruidas y más de 130.000 edificios dañados, sobre todo el las zonas costeras del noreste japonés, donde las temperaturas por debajo de cero grados, como en Iwate, complican la situación de lo damnificados más ancianos.
Según las cifras oficiales, en Miyagi hubo 6.333 muertos, en Iwate 3.152 y en Fukushima 946, mientras los desaparecidos se cuentan por varios miles en esas tres provincias, las más devastadas por el seísmo y posterior tsunami.
El gran número de víctimas en las provincias de Miyagi e Iwate ha obligado a las autoridades a enterrar a muchas víctimas en fosas comunes temporales, ante la imposibilidad de continuar con las cremaciones.
Del total de personas refugiadas, unas 33.500 han sido trasladadas a otras zonas de Japón, como Niigata, Saitama o Gunma, según datos recopilados por la televisión NHK.
La mayoría de ellas provienen de Fukushima, donde la crisis nuclear ha obligado a evacuar una área de 20 kilómetros e hizo que el viernes el Gobierno nipón recomendará a los residentes en un radio de 30 kilómetros a abandonar el lugar.
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