Una explosión de origen desconocido en la frontera norte de Colombia con Venezuela dejó interrumpido el suministro de gas del primer país al segundo por el ducto binacional “Antonio Ricaurte”
La explosión ocurrió el sábado en la noche y provocó pánico en habitantes de la población colombiana de Maicao, en el departamento de La Guajira, por donde pasa el tubo por el cual Colombia vende gas a Venezuela.
Habitantes de la región dijeron a medios de prensa de Bogotá que pudo haberse tratado de un atentado contra el gasoducto “Antonio Ricaurte”.
El comandante de la Policía en La Guajira, coronel José Montoya, dijo que efectivos del Ejército fueron enviados a la zona para establecer lo que pasó.
Clara Larrada, dirigente de la Junta de Acción Comunal del caserío de Carraipía, donde ocurrió el hecho, dijo a la cadena radial RCN que primero ocurrió una fuerte explosión y después se vio una enorme llamarada.
El gasoducto tiene una longitud de 225 kilómetros, de los cuales 88 están en territorio colombiano y 137 en Venezuela. El conducto se extiende desde el yacimiento gasífero colombiano de Ballenas hasta la ciudad venezolana de Maracaibo.
Autoridades regionales dijeron que una hipótesis que se investiga es un posible atentado de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Ese grupo guerrillero fue responsabilizado de dos ataques cometidos el jueves pasado contra un oleoducto que transporta petróleo desde el pozo de Caño Limón hasta la población de Coveñas, en un recorrido de 780 kilómetros por el norte de Colombia.
El atentado se produjo a corta distancia de la población de El Tarra, en el departamento de Norte de Santander, fronterizo con Venezuela.
Asimismo, el martes pasado se produjo un atentado con explosivos contra otro oleoducto ubicado en Norte de Santander, lo que obligó una rápida acción de los expertos para evitar una emergencia ambiental por el derrame de crudo en el río Catatumbo, que desemboca en Venezuela. DPA
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