El presidente de México, Felipe Calderón, en una entrevista que publica este domingo el diario español "El País", asegura que México no es un estado fallido y responsabiliza en parte a EEUU del tráfico de armas hacia su país.
En una entrevista realizada en la residencia oficial de Los Pinos, en Ciudad de México, Calderón lamenta que el asunto de relacionar a México como estado fallido provenga de un informe oficial de EEUU.
Calderón destaca que la delincuencia es el problema más grave que enfrenta México y descarta un pacto de coexistencia con los criminales como la solución para atajar la violencia que sufre el país.
"La cultura política en México antes preveía que la solución era arreglarse con los criminales y ya. Entonces el acuerdo era, mira yo no te veo porque ese es un asunto federal...tu no me ves, todos contentos. No me meto contigo, tu no te metes conmigo. Eso se acabó", subraya.
Sin embargo, Calderón admite su temor a que esa tentación de la cultura de pacto y arreglo con los criminales prevalezca en algunas partes del país.
El gobernante mexicano también fue preguntado sobre la relación con Estados Unidos y la reciente dimisión del embajador de este país en México, Carlos Pascual, quien cuestionó, en un cable de Wikileaks, al Ejército mexicano y sus capacidades para luchar contra el narcotráfico.
"Para mí es muy importante la relación con Estados Unidos y es una relación muy compleja y mucho más amplia que el tema relativo a las personas (Pascual)", asegura Calderón, quien defiende el papel de las Fuerzas Armadas y la Policía Federal en el combate contra el narcotráfico.
Se calcula que la lucha antinarcóticos se ha cobrado la vida de más de 35.000 personas en México desde 2006, cuando Calderón militarizó el combate a los carteles de la droga.
En este sentido señala, en parte, la responsabilidad de EEUU en la violencia interna mexicana por la demanda de droga en el país vecino y el trafico de armas desde el sur de Estados Unidos.
"En el tema de las armas, yo no me voy a rendir. Al contrario, mejor presionar, porque es un tema fuerte", indica en la entrevista al diario "El País".
A falta de un año para las próximas elecciones presidenciales, Calderón apunta a las infraestructuras, la cobertura universal de salud y la creación de una sólida base institucional que resuelva el problema de la seguridad pública como sus prioridades antes de finalizar su mandato.
Calderón quien no da pistas sobre el futuro candidato del Partido de Acción Nacional (PAN) con vistas a los comicios de 2012, también critica a la oposición de entorpecer la reforma tributaria y de prejuicios nacionalistas que frenan la conversión del país en una potencia petrolera.
"Tenemos un problema por las restricciones políticas, laborales, por prejuicios. Eso ha impedido que México sea la potencia petrolera que está llamada a ser", afirma. EFE
En una entrevista realizada en la residencia oficial de Los Pinos, en Ciudad de México, Calderón lamenta que el asunto de relacionar a México como estado fallido provenga de un informe oficial de EEUU.
Calderón destaca que la delincuencia es el problema más grave que enfrenta México y descarta un pacto de coexistencia con los criminales como la solución para atajar la violencia que sufre el país.
"La cultura política en México antes preveía que la solución era arreglarse con los criminales y ya. Entonces el acuerdo era, mira yo no te veo porque ese es un asunto federal...tu no me ves, todos contentos. No me meto contigo, tu no te metes conmigo. Eso se acabó", subraya.
Sin embargo, Calderón admite su temor a que esa tentación de la cultura de pacto y arreglo con los criminales prevalezca en algunas partes del país.
El gobernante mexicano también fue preguntado sobre la relación con Estados Unidos y la reciente dimisión del embajador de este país en México, Carlos Pascual, quien cuestionó, en un cable de Wikileaks, al Ejército mexicano y sus capacidades para luchar contra el narcotráfico.
"Para mí es muy importante la relación con Estados Unidos y es una relación muy compleja y mucho más amplia que el tema relativo a las personas (Pascual)", asegura Calderón, quien defiende el papel de las Fuerzas Armadas y la Policía Federal en el combate contra el narcotráfico.
Se calcula que la lucha antinarcóticos se ha cobrado la vida de más de 35.000 personas en México desde 2006, cuando Calderón militarizó el combate a los carteles de la droga.
En este sentido señala, en parte, la responsabilidad de EEUU en la violencia interna mexicana por la demanda de droga en el país vecino y el trafico de armas desde el sur de Estados Unidos.
"En el tema de las armas, yo no me voy a rendir. Al contrario, mejor presionar, porque es un tema fuerte", indica en la entrevista al diario "El País".
A falta de un año para las próximas elecciones presidenciales, Calderón apunta a las infraestructuras, la cobertura universal de salud y la creación de una sólida base institucional que resuelva el problema de la seguridad pública como sus prioridades antes de finalizar su mandato.
Calderón quien no da pistas sobre el futuro candidato del Partido de Acción Nacional (PAN) con vistas a los comicios de 2012, también critica a la oposición de entorpecer la reforma tributaria y de prejuicios nacionalistas que frenan la conversión del país en una potencia petrolera.
"Tenemos un problema por las restricciones políticas, laborales, por prejuicios. Eso ha impedido que México sea la potencia petrolera que está llamada a ser", afirma. EFE
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