El político de más alto nivel en abandonar el gobierno de Libia, el ex canciller Musa Kusa, advirtió de los riesgos de una guerra civil y de que su país se convierta en "una nueva Somalia". En su primera declaración pública desde que llegó al Reino Unido, dijo que la unidad del país es esencial para cualquier arreglo al conflicto.
Sus palabras llegan después de que los rebeldes rechazaran una propuesta de alto el fuego de la Unión Africana (UA), que, según esa organización, el líder libio, Muamar Gadafi, había aceptado. A pesar de ese supuesto consentimiento, este lunes fuerzas leales al gobierno atacaron la ciudad de Misrata.
Kusa, que hasta hace 12 días era el canciller del gobierno de Gadafi, anunció este lunes que aún no estaba listo para hacer entrevistas, pero sí quiso transmitir un mensaje en árabe ante las cámaras de la BBC.
"Le pido a todo el mundo que evite llevar a Libia a una guerra civil", dijo.
"Mucha sangre"
Explicó que "eso traería mucha sangre y Libia sería una nueva Somalia". Añadió que "más allá de eso, rechazamos dividir a Libia. La unidad de Libia es esencial para cualquier solución o acuerdo".
El ex ministro fue jefe del servicio de inteligencia de Libia y ha sido acusado de estar relacionado con los atentados aéreos en la ciudad escocesa de Lockerbie en 1988.
Tras ese mensaje, el ministro de Asuntos Sociales libio, Ibrahim Zarouk al-Sharif, dijo que no podía valorar la declaración de Kusa porque el ex ministro se encontraba "capturado" en un país hostil.
Después de ocho semanas de enfrentamientos, las fuerzas leales a Gadafi lograron recientemente hacer retroceder a los rebeldes, aunque la OTAN frustró su avance.
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