El sindicalista exiliado Carlos Ortega advierte la ley que anuncia Chávez y la transformación del Indepabis en una superintendencia de precios y salarios es sólo el recurso desesperado de controlar aún más a los empresarios de todos los tamaños creyendo que así los trabajadores no se darán cuenta de que en vez de subir sus salarios lo que ha hecho en realidad es bajarlos aún más.
“El carácter anti-obrero y anti-sindical del Sr. Chávez y su desprecio hacia los trabajadores venezolanos y sus familias”, denuncia Carlos Ortega, “nuevamente queda evidenciado con el falso aumento del salario mínimo que con tanto descaro anunció esta semana”, y le dice a los trabajadores que “saquen bien sus cuentas”.
“Lo que en realidad hizo el Sr. Chávez fue reducir el salario mínimo respecto a 2010, cuando era de Bs. 1.224.oo con el dólar oficial a Bs. 2,15, y equivalía a 569,30 dólares. Hoy, en 2011, el salario mínimo es de Bs. 1.548.oo pero con un dólar oficial de Bs. 4,30; es decir, equivale a US $ 355,81 mensuales, lo cual significa que a los trabajadores se les redujo el salario mínimo 213,49 dólares en comparación con el que tenían en 2010”.
“Como ni el Sr. Chávez ni sus ministros saben de economía rudimentaria, creen que con una ley se bloquean los aumentos de precios, se ve que sus propios seguidores no le cuentan lo que pasa en los mercados populares y con los buhoneros que venden los productos básicos a dos y tres veces su precio regulado, señala Ortega. Si al Sr. Chávez le importaran los trabajadores, hace tiempo que hubiera arreglado los convenios colectivos retrasados y desfasados en todos los organismos y empresas del gobierno”
Ésa es la suma y resta que deben sacar: “que el Sr. Chávez recibe miles de millones de dólares y se maneja con dólares y que la mayoría de los alimentos y muchos productos se importan a precio en dólares, y en Venezuela los trabajadores deben pagarlos en bolívares devaluados; que envía dólares a otros paises pero a los trabajadores venezolanos les reduce el salario mínimo, les baja de 569,30 dólares a 355,81 dólares: el cacareado aumento de 25 % en realidad es una reducción de 37,50 %”.
Advierte Ortega que los trabajadores no pueden seguir discutiendo las mentiras de Chávez y que deben unirse, sea cual sea su pensamiento político, “en un solo gran movimiento nacional en defensa de los derechos de todos, sin excepciones, incluyendo a los contratados que no están protegidos por los sindicatos pero son igualmente trabajadores”.
“Chávez ni entiende ni le importan los trabajadores, ni siquiera los sindicalistas rojos a los cuales usa sólo como mensajeros que, además, siempre quedan mal porque después el Sr. Chávez hace otra cosa”, dice Ortega, “y eso no va a cambiar: lo tenemos que cambiar nosotros los trabajadores actuando unidos”.
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