La policía de Taiwán investiga el paradero de un autoproclamado profeta, que ha desatado el pánico entre parte de la población con sus predicciones sobre la llegada en cuestión de días de un desastre de catastróficas dimensiones, según publica en su blog.
El autodenominado "Profesor Wang" asegura que el país asiático será azotado por un monstruoso terremoto de magnitud 14, al que seguirá un tsunami de 170 metros de alto. Todo sucederá, dice, el próximo 11 de mayo.
Según la fatalista profecía, símbolos del país como el famoso rascacielos Taipei 101 y el edificio donde está la oficina presidencial serán destruidos por el desastre.
El "Profesor Wang" asegura que los que se oculten en grandes contenedores de carga sobrevivirán.
Muchos lo han tomado en serio y más de 100 de esos depósitos se han instalado en las proximidades de la ciudad de Puli, en una zona montañosa del centro del país.
La policía está investigando si el bloguero se ha aliado con compañías fabricantes de los contenedores para hacer negocio y estafar a la población.
De momento, se han contratado trabajadores para colocar puertas, ventanas y aire acondicionado en los improvisados refugios, según explicó la corresponsal de la BBC en Taipei, Cindy Sui.
Tienen agua y electricidad y el precio de cada uno ronda los US$5.500, añadió la periodista.
Rostro ocultoEl Centro Meteorológico de Taiwán dijo que no hay base para una predicción de tal magnitud ya que es inaudito un terremoto de tan gigantes dimensiones. Apunta además que los sismos no se pueden prever de forma fiable.
Taiwán está en una zona de gran actividad sísmica y en 1999 sufrió un terremoto de 7,6 en la escala de Richter en el que murieron más de 2.400 personas y 50.000 edificios resultaron dañados. Quizá por ello, la población está especialmente sensibilizada.
Además, las autoridades creen que el reciente desastre en Japón puede haber alentado que los timadores inventen estrategias para sacar beneficio del temor de los ciudadanos.
La policía no ha conseguido rastrear al "Profesor Wang", que ha pregonado su apocalíptica teoría ante los periodistas, pero siempre con el rostro oculto.
Mientras dan con él, el gobierno ordenó eliminar de internet las publicaciones del supuesto profeta.
En Taiwán, la pena máxima para los estafadores es de 5 años de prisión, mientras que cometer algún delito en lo relativo al orden público es castigado con multas de hasta US$1.000. BBC
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