Los mercados de valores en Nueva York cayeron después de registrar un alza generada por el anuncio de que Osama bin Laden había muerto.
Por su parte, los precios del oro y el petróleo, que habían bajado al comienzo del día, se recuperaron a medida que los inversionistas cuestionaban el efecto que tendría la muerte del líder de al-Qaeda sobre las tensiones políticas.
En un principio, los analistas consideraron que la eliminación del responsable de los ataques de 11 de septiembre de 2001 levantaría el espíritu de los consumidores en Estados Unidos.
Sin embargo, advirtieron que no cambiaría mucho los riesgos a largo plazo que se ciernen sobre EE.UU. y otras economías.
La apreciación es que la desaparición de Bin Laden no va a cambiar mucho la situación energética ni la lucha contra contra radicales islamistas.
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