El Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos ha puesto a punto los aviones cazahuracanes en una campaña de preparación ante el comienzo el 1 de junio de la nueva temporada de ciclones.
La preparación incluye una campaña de información pública para alertar a la población de la costa este de los peligros de la temporada de huracanes, después de que el año pasado fuese muy activa aunque ningún ciclón afectó a Estados Unidos.
Lo más llamativo de la campaña es la presentación de los aviones cazahuracanes que son capaces de adentrarse en un ciclón con el objetivo de obtener todo tipo de información.
El avión cuenta con varios radares: uno en la punta, otro en la parte inferior y dos en la zona trasera. El modelo que se exhibió en Miami fue construido en 1974 y se ha adentrado en casi un centenar de huracanes de 33 países diferentes.
Pablo Santos, responsable del Servicio Nacional de Meteorología en Miami, explicó que "estos aviones son sometidos a mantenimientos muy exhaustivos ya que afrontan situaciones meteorológicas extremas".
"Son aviones muy bien construidos y pueden durar décadas. De hecho, el modelo que se presenta aquí se construyó hace 37 años", agregó Santos.
Robert Molleda, meteorólogo del Servicio Nacional de Meteorología (NOAA, en inglés) en Miami, afirmó que "gracias al mecanismo de estas aeronaves los técnicos pueden recibir información sobre la velocidad de los vientos, la humedad o la presión del huracán".
"De esta manera, -agregó- se puede enviar la información en tiempo real a los centros de pronósticos para que analicen los datos atmosféricos".
Santos destacó que los mejores datos que se obtienen de los huracanes provienen de este tipo de aviones.
"Sin estos aviones, no seríamos capaces de determinar con exactitud la precisión y la estructura de estos fenómenos meteorológicos", añadió.
Bill Olney, técnico de electrónica de NOAA, explicó el funcionamiento de las operación en el momento de penetrar el ojo del huracán.
"Tenemos un punto que los científicos quieren que investiguemos. Para llegar a él tenemos que volar perpendicular al viento, a 210 nudos (389 kilómetros por hora), y en forma de número 4 o trébol", afirmó el técnico de NOAA.
Olney recordó su experiencia a bordo del P-3 durante el huracán "Félix", en 2007.
"Era un huracán que tomó fuerza muy rápidamente. No teníamos ni idea de que pudiera intensificarse tanto en tan poco tiempo. En poco tiempo pasó de categoría 1 a 3 y nos golpeó muy fuerte cuando penetramos el ojo del huracán", señaló.
Actualmente, Estados Unidos cuenta con doce aviones de este tipo: dos son propiedad de NOAA, mientras que el resto pertenecen a la Fuerza Aérea de Estados Unidos.
Los primeros pronósticos sobre la temporada de huracanes de este año, que comienza el 1 de junio y termina el 30 de noviembre, indican que puede ser un poco más activa de lo normal, con lo que las poblaciones del Caribe y la costa este de Estados Unidos deben tomar ya las precauciones adecuadas.
Amy Godsey, meteoróloga del equipo de respuesta de emergencias de Florida, explicó que "es muy importante que las familias tengan un plan preparado por si se presenta un tornado o huracán".
Según Godsey, los residentes de las zonas costeras deben alejarse de la playa y refugiarse en zonas interiores, en casa de familiares o en los albergues.
"Es indispensable que las familias tengan agua, comida que pueda mantenerse fuera del frigorífico y linternas porque es muy probable que hayan cortes eléctricos", indicó.
La temporada de huracanes del Atlántico del pasado año pasó a la historia como una de las más activas con la formación de 12 ciclones y 19 tormentas, pero también como una de las menos destructivas.
A diferencia de la temporada de 2009, en 2010 se registraron cuatro huracanes de categoría cuatro en la escala de intensidad Saffir-Simpson, de un máximo de cinco, con vientos superiores a los 210 kilómetros por hora.
La temporada del año pasado destacó por ser la tercera más activa y la segunda con mayor cifra de huracanes, sólo eclipsada por los 15 huracanes que se contabilizaron en 2005, según datos del CNH. EFE
La preparación incluye una campaña de información pública para alertar a la población de la costa este de los peligros de la temporada de huracanes, después de que el año pasado fuese muy activa aunque ningún ciclón afectó a Estados Unidos.
Lo más llamativo de la campaña es la presentación de los aviones cazahuracanes que son capaces de adentrarse en un ciclón con el objetivo de obtener todo tipo de información.
El avión cuenta con varios radares: uno en la punta, otro en la parte inferior y dos en la zona trasera. El modelo que se exhibió en Miami fue construido en 1974 y se ha adentrado en casi un centenar de huracanes de 33 países diferentes.
Pablo Santos, responsable del Servicio Nacional de Meteorología en Miami, explicó que "estos aviones son sometidos a mantenimientos muy exhaustivos ya que afrontan situaciones meteorológicas extremas".
"Son aviones muy bien construidos y pueden durar décadas. De hecho, el modelo que se presenta aquí se construyó hace 37 años", agregó Santos.
Robert Molleda, meteorólogo del Servicio Nacional de Meteorología (NOAA, en inglés) en Miami, afirmó que "gracias al mecanismo de estas aeronaves los técnicos pueden recibir información sobre la velocidad de los vientos, la humedad o la presión del huracán".
"De esta manera, -agregó- se puede enviar la información en tiempo real a los centros de pronósticos para que analicen los datos atmosféricos".
Santos destacó que los mejores datos que se obtienen de los huracanes provienen de este tipo de aviones.
"Sin estos aviones, no seríamos capaces de determinar con exactitud la precisión y la estructura de estos fenómenos meteorológicos", añadió.
Bill Olney, técnico de electrónica de NOAA, explicó el funcionamiento de las operación en el momento de penetrar el ojo del huracán.
"Tenemos un punto que los científicos quieren que investiguemos. Para llegar a él tenemos que volar perpendicular al viento, a 210 nudos (389 kilómetros por hora), y en forma de número 4 o trébol", afirmó el técnico de NOAA.
Olney recordó su experiencia a bordo del P-3 durante el huracán "Félix", en 2007.
"Era un huracán que tomó fuerza muy rápidamente. No teníamos ni idea de que pudiera intensificarse tanto en tan poco tiempo. En poco tiempo pasó de categoría 1 a 3 y nos golpeó muy fuerte cuando penetramos el ojo del huracán", señaló.
Actualmente, Estados Unidos cuenta con doce aviones de este tipo: dos son propiedad de NOAA, mientras que el resto pertenecen a la Fuerza Aérea de Estados Unidos.
Los primeros pronósticos sobre la temporada de huracanes de este año, que comienza el 1 de junio y termina el 30 de noviembre, indican que puede ser un poco más activa de lo normal, con lo que las poblaciones del Caribe y la costa este de Estados Unidos deben tomar ya las precauciones adecuadas.
Amy Godsey, meteoróloga del equipo de respuesta de emergencias de Florida, explicó que "es muy importante que las familias tengan un plan preparado por si se presenta un tornado o huracán".
Según Godsey, los residentes de las zonas costeras deben alejarse de la playa y refugiarse en zonas interiores, en casa de familiares o en los albergues.
"Es indispensable que las familias tengan agua, comida que pueda mantenerse fuera del frigorífico y linternas porque es muy probable que hayan cortes eléctricos", indicó.
La temporada de huracanes del Atlántico del pasado año pasó a la historia como una de las más activas con la formación de 12 ciclones y 19 tormentas, pero también como una de las menos destructivas.
A diferencia de la temporada de 2009, en 2010 se registraron cuatro huracanes de categoría cuatro en la escala de intensidad Saffir-Simpson, de un máximo de cinco, con vientos superiores a los 210 kilómetros por hora.
La temporada del año pasado destacó por ser la tercera más activa y la segunda con mayor cifra de huracanes, sólo eclipsada por los 15 huracanes que se contabilizaron en 2005, según datos del CNH. EFE
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