Bajo presión creciente de Estados Unidos, con quien mantendrá este lunes y martes conversaciones de alto nivel, China parece desde hace meses dispuesta a permitir una reevaluación de su moneda para combatir la inflación.
Desde que Pekín reinstauró la fluctuación diaria del yuan en junio del año pasado, el renminbi (moneda del pueblo) se revalorizó alrededor de un 5% respecto al billete verde.
Como parte del "Diálogo Estratégico y Económico" que se celebrará este lunes y martes en Washington, la administración Obama iba a instar de nuevo a China para que permitiera una apreciación más rápida del yuan, que según sostiene está infravalorado y es culpable del fuerte desequilibrio comercial bilateral.
Sin embargo, se espera que Pekín mantenga su firmeza. "Para ser francos, tenemos sobre este asunto puntos de vista diferentes, que hacen necesaria la discusión", declaró la semana pasada a la prensa el viceministro chino de Finanzas, Zhu Guangyao.
Con todo, ha habido "en los últimos meses un verdadero cambio" por parte del gobierno chino, según Alistair Thornton, economista en IHS Global Insight en Pekín.
Los chinos "reconocen mejor lo que alimenta la inflación (en su país), a saber, el vínculo entre el dólar y el yuan, generador de liquidez", explica el analista.
En contrapartida a las enormes reservas de cambio acumuladas por China, que superaron este año los 3 billones de dólares, el banco central inyecta en la economía el equivalente en yuanes. Si el yuan vale más, hay que inyectar menos liquidez.
Los dirigentes chinos "están dispuestos a dejar la moneda apreciarse si eso permite combatir la inflación, pero sólo de forma moderada", matiza Patrick Chovanec, profesor de economía en la universidad Tsinghua de Pekín.
En marzo, los precios aumentaron un 5,4% interanual en China, el ritmo más rápido desde julio de 2008.
Además, un yuan más fuerte daría un mayor poder adquisitivo a los chinos, al abaratar las importaciones. Precisamente, el gobierno quiere que el crecimiento dependa más del consumo, y menos de las exportaciones y las inversiones.
No obstante, el profesor Chovanec añade que los dirigentes están "inquietos por el impacto que esto tendrá en las exportaciones", ya que una reevaluación las harías menos competitivas.
Como es costumbre antes de las citas importantes con los estadounidenses, Pekín permitió este lunes una reevaluación considerable del yuan, fijando su tasa de referencia a 6,4988 yuanes por un dólar.
David Loevinger, alto responsables del Tesoro estadounidense, indicó antes de las conversaciones que su país presionará para que China "deje que la tasa de cambio se aprecie más rápido, para corregir la infravaloración", del yuan, estimada por los congresistas estadounidenses entre un 20 y un 40%.
"Hace 18 meses, la tasa de cambio de la moneda china estaba congelada. Ahora se mueve", reconoció Loevinger. AFP
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