Lo Último

.

.

martes, 24 de mayo de 2011

Japón buscará tranquilizar a sus socios sobre la crisis nuclear de Fukushima

El futuro de la energía nuclear tras la crisis de Fukushima será uno de los temas principales de la cumbre del G8 del jueves y viernes en la localidad francesa de Deauville, donde Japón tratará de convencer a sus socios que puede resolver la mayor catástrofe en 25 años.

El primer ministro nipón, Naoto Kan, detallará la situación actual en la central de Fukushima Daiichi (N°1), dañada por el devastador sismo y tsunami del 11 de marzo que causaron 25.000 muertos y desaparecidos en el noroeste de Japón.

Esta triple catástrofe, la más importante en el archipiélago desde la Segunda Guerra Mundial, hundió todavía más la popularidad del primer ministro, criticado por la manera como el gobierno gestionó la crisis.

Las críticas apuntan a la lentitud de los trabajos para estabilizar la situación en la central. El operador, Tokyo Electric Power (Tepco), insiste en que cumple con el calendario para enfriar los reactores antes de enero, pero cada semana aparecen daños más importantes de lo que se había previsto.

Kan abogó por una reforma de la industria nuclear y por una reorganización de los órganos de control del gobierno para tratar de restaurar la confianza internacional en la energía atómica de Japón.

Tepco es cuestionado por no haber tomado las disposiciones suficientes para hacer frente a un terremoto y un tsunami, un reproche que abarca también a los organismos del Estado considerados laxistas.

"A lo mejor el mito de la seguridad era demasiado fuerte", reconoció el ministro japonés de Economía, Banri Kaieda.

Por otra parte, Kan, quinto primer ministro japonés en cinco años, se comprometió a revisar los proyectos de desarrollo de la energía nuclear para las necesidades del archipiélago, aunque los analistas estiman que tiene pocas opciones a su disposición debido a la ausencia total de recursos energéticos en Japón.

Decenas de miles de personas fueron evacuadas de sus casas y de sus granjas, obligadas a dejarlo todo, en un radio de 20 kilómetros en torno a la central.

Las indemnizaciones están estimadas en unos 10 billones de yenes (122.000 millones de dólares, 87.000 millones de euros).

Las recientes inspecciones llevadas a cabo por Tepco confirmaron lo que temían los expertos: las barras de combustible en el corazón del reactor número 1, que deben estar totalmente sumergidas, se fundieron tras haber estado expuestas al aire durante demasiado tiempo a raíz de una avería de los sistemas de enfriamiento hidráulico.

La situación en los otros dos reactores sería idéntica.

Japón adoptó una partida presupuestaria de emergencia de 4 billones de yenes (49.000 millones de dólares, 35.000 millones de euros) para financiar la reconstrucción de las zonas asoladas, y estudia otra que estaría financiada por la emisión de bonos del Estado.

Sin embargo, el archipiélago está en el punto de mira de las agencias de calificación financiera, preocupadas por la agravación de una deuda japonesa ya de por sí colosal, en torno a 200% del PIB, la mayor de los países desarrollados.

Rusia llevará al G8 una propuesta para aumentar la seguridad nuclear, como anunció el pasado 26 de abril el presidente Dimitri Medvedev en Chernobil, con motivo del 25 aniversario de la mayor tragedia nuclear.

Medvedev "propondrá a sus socios del G8 que adopten una nueva convención sobre seguridad nuclear para sacar las lecciones de la catástrofe de Fukushima", según una fuente próxima al presidente ruso.

Pero el experto ruso Vladimir Orlov dijo a la AFP en Moscú que dudaba que el G8 estuviera dispuesto a tomar las medidas necesarias. "Nadie está dispuesto a hacer frente a la catástrofe de Fukushima", estimó el experto para quien "hay un gran vacío en torno a la seguridad nuclear y se necesitan respuestas".

AFP

No hay comentarios: