Los delincuentes tienen una impresionante capacidad para manipular la tecnología. Ahora para desvalijar y robar vehículos ya no rompen vidrios ni violentan las cerraduras, sino que emplean controles universales clonados que les permiten desactivar las alarmas, hurgar en los carros y pasar inadvertidos entre la gente.
Esta modalidad delictiva está operando mayormente en los estacionamientos de centros comerciales. De acuerdo con el departamento de inteligencia de la policía de Chacao, se han cometido en el municipio alrededor de 36 delitos de este tipo con una cuantiosa pérdida monetaria, y hasta ahora sólo se ha aprehendido a los responsables de tres hechos.
Las autoridades de Polichacao afirman que en muchas oportunidades resulta indetectable para las personas encargadas de cuidar los aparcaderos y estacionamientos, ya que los delincuentes haciendo uso del control se hacen pasar como los dueños del vehículo.
Según el director de la policía de Baruta Freddy Rico, en el departamento que encabeza es difícil manejar cifras oficiales porque las víctimas de robos denuncian mayormente en las oficinas de seguridad de los establecimientos.
No obstante, según el comisario, este año se han desarticulado tres bandas que operaban con este nuevo método, entre los detenidos se encontraron dos funcionarios de la Policía Metropolitana.
El criminólogo Fermín Mármol García explica que el problema es que muchas personas tienden a cambiar los dispositivos de seguridad que originalmente tienen los carros de planta. “Por ejemplo, tenemos un vehículo con seguros manuales y lo primero que hacemos es cambiar los dispositivos de seguridad para colocarle seguros eléctricos que suban y bajen electrónicamente”. En otras ocasiones los seguros de planta no controlan la maleta y por ese motivo se sustituyen por otros que sí lo hagan.
El inconveniente de este cambio es que en su mayoría se adquieren productos chinos de venta masiva y baja calidad, cuyos estándares de seguridad son muy bajos. “Todo lo tecnológico es vulnerable, lo que sucede es que la tecnología de alto nivel es menos vulnerable que la masiva”.
Por: Keilyn Itriago Marrufo
Con información de Tal Cual 
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