La nube de cenizas expulsada por el volcán islandés Grimsvötn dejó en tierra este martes a miles de pasajeros en Escocia y amenazaba con paralizar el tráfico aéreo en el norte de Europa, afectando ya a Noruega, a la vez que la nube se dirigía al sur del continente.
"La nube ha alcanzado Escocia e Irlanda del Norte", explicó el jefe de operaciones del organismo de control del tráfico aéreo europeo Eurocontrol, Brian Flynn.
"A final de la jornada, la nube debería alcanzar el sur de Escandinavia, Dinamarca y parte del norte de Alemania. Posteriormente, debería continuar hacia el sur y alcanzar primero Francia y después España, pero es difícil saber cuándo", añadió.
Eurocontrol anunció la cancelación de 252 vuelos este martes como consecuencia de la nube de cenizas, que ya obligó al presidente estadounidense Barack Obama, adelantar al lunes su desplazamiento de Irlanda a Londres, donde realizará una visita de Estado de tres días.
Aerolíneas como British Airways, KLM, Easyjet y Aer Lingus suspendieron sus vuelos con destino o final en Escocia hasta, por lo menos, este martes por la tarde.
La compañia de bajo coste Ryanair también anuló sus vuelos a la zona afectada, pero pidió una reunión con las autoridades irlandesas porque considera que "no hay razones para estas anulaciones de vuelos", según explicó la aerolínea en su sitio en internet.
La autoridad británica de regulación del tráfico aéreo (NATS, National Air Traffic Services) había informado que la nube de cenizas atravesaría Escocia entre las 06H00 y las 12H00 GMT del martes y debería afectar a "ciertas regiones británicas entre las 13H00 y las 19H00" (12H00 y 18H00 GMT) del martes.
Los aeropuertos de Glasgow y Edimburgo ya quedaron afectados el lunes por la noche, mientras que los de Aberdeen e Inverness también lo estarán en las próximas horas, según la NATS.
Además de los aeropuertos escoceses, también deberían verse afectados, según el organismo británicos, los aeropuertos de Londonderry (Irlanda del Norte) y Newcastle (norte de Inglaterra).
Temerosas de no repetir el caos provocado el pasado año cuando la erupción de otro volcán islandés cerró el espacio aéreo europeo de buena parte de Europa durante casi un mes, las autoridades aéreas reiteraron que el espacio aéreo permanece abierto.
Aquella medida fue considerada como "exagerada" por muchas compañías aéreas.
Esta vez, las autoridades no impondrán las decisiones, sino que se dejará a la elección de cada aerolínea si vuela o no, siempre que puedan acreditar que disponen de una "plan de seguridad" parea hacer frente a un caso de dificultad.
Según el ministro de Transportes británico, Philip Hammond, su país "está mucho mejor preparado" que en 2010 al haberse aumentado 20 veces el límite de concentración de cenizas para autorizar a volar.
El volcán Grimsvötn, el más activo de Islandia, conoce desde el sábado su mayor erupción en un siglo y medio. Sin embargo, la actividad se redujo en la noche del lunes y la columna de humo es mucho menos alta que en la víspera, informó este martes la Oficina Meteorológica Islandesa, debido "probablemente" a la disminución de las emisiones y a los fuertes vientos.
AFP
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