El Gobierno de Libia, o al menos algunos sectores del régimen, están negociando aparentemente una salida a la guerra civil que asuela el país desde el mes de febrero. TAP, la agencia de prensa estatal de Túnez, reveló ayer que tres ministros libios, incluido el de Asuntos Exteriores, Abdelati Obeidi, están negociando "con representaciones extranjeras" en la isla tunecina de Yerba, no muy lejos de la frontera con Libia. Se ignora quiénes son esos representantes extranjeros.
La solución, a ojos de la oposición y de los países que forman la coalición internacional, pasa por que Gadafi y su familia abandonen el poder. Los rebeldes libios habrían aceptado, según un relevante miembro del Consejo Nacional -el Gobierno de facto de los opositores-, que el dictador permaneciera en algún remoto lugar de Libia, lo que le permitiría eludir la persecución judicial internacional. Pero el Consejo no es monolítico en sus opiniones. "No podemos negociar con criminales de guerra", declaró ayer Yalal al Galal, portavoz del Consejo, tras conocer la orden de detención internacional contra Gadafi.
El primero en llegar, por carretera y en barco, a Yerba -en cuyos hoteles se alojan muchos libios que han huido de la guerra- fue Obeidi el pasado miércoles. El domingo por la tarde se unieron a él otros dos ministros: el de Sanidad, Ahmed Hijazi, y el de Asuntos Sociales, Ibrahim Cherif. No es la primera vez que Obeidi viaja a Yerba. Ante la imposibilidad de volar directamente desde Trípoli, a causa de la zona de exclusión aérea, la isla se ha convertido para los dirigentes libios en un destacado lugar de reunión y punto de partida para otras capitales.
Rumbo a Yerba, vía Casablanca y Túnez, salió también ayer desde Madrid Ajeli Abdusalam Ali Breni, el embajador de Muamar el Gadafi al que el Gobierno español expulsó tras considerar que representaba a un régimen carente de legitimidad. El diplomático agotó el plazo que 10 días que le dio el Ejecutivo español para abandonar el país.
La agencia de prensa tunecina no precisa con quién estaría negociando el trío ministerial libio. Estas conversaciones coinciden, sin embargo, con un avance sobre el terreno de los rebeldes libios, que habrían llegado, según declaró su portavoz a la agencia Reuters, a Bir al Ghanem, localidad situada a solo 80 kilómetros al sur de Trípoli. Aunque en el oriente del país la situación bélica está estancada desde abril, en la región montañosa occidental y en Misrata -200 kilómetros al este de la capital- los rebeldes ganan terreno pese a los frecuentes contratiempos.
"Aunque no conocemos con detalle la situación militar sobre el terreno, está claro que la iniciativa, aunque con reveses, la lleva ahora la oposición", dijo ayer el subsecretario de Naciones Unidas para Asuntos Políticos, Lynn Pascoe. Es la primera vez que un alto funcionario de un organismo internacional afirma que la situación en el campo de batalla se inclina a favor de los sublevados.
El primer ministro chino, Wen Jiabao, reveló ayer en Londres que su país también había "mantenido contactos con el Gobierno libio y la oposición". "Confiamos en que el asunto de Libia se solucione a través de cauces políticos pacíficos", concluyó. El jefe de la diplomacia francesa, Alain Juppé, confirmó el domingo que representantes del régimen libio y rebeldes "mantuvieron contactos sobre, entre otras cosas, la suerte de Gadafi", cuyo futuro es el principal obstáculo para hallar una salida.
Desde varias capitales se hicieron de nuevo ayer llamamientos al líder para que se retire. "Gadafi sabe perfectamente lo que debe hacer para que vuelva la paz", declaró el presidente francés, Nicolas Sarkozy. "Es necesario que Gadafi se retire" antes de que se desarrolle una negociación, insistió el portavoz de Catherine Ashton, jefa de la diplomacia de la UE. Cualquier solución en la que esté implicado "no es aceptable".
Gadafi se ha mantenido en el poder pese a la campaña de bombardeos aéreos contra sus fuerzas iniciada por la OTAN hace 100 días. Desde entonces se bombardea a diario medio centenar de posiciones y dependencias militares de leales a Gadafi: un total de 5.000 misiones de ataques desde el 19 de marzo, concentradas en Trípoli, Misrata y Brega, a 800 kilómetros de la capital.
EL PAIS/AFP