El presunto autor de los atentados perpetrados ayer en Oslo y un campamento juvenil, que causaron 91 muertos, había comprado desde la primavera pasada hasta seis toneladas de abono químico.
Una portavoz del mayorista Felleskjobet confirmó estas informaciones a la cadena de televisión pública NRK, después de que otros medios noruegos difundieran esa hipótesis.
La portavoz del mayorista de abonos explicó que el sospechoso había estado adquiriendo esos productos químicos desde la primavera pasada, pero que no llamó la atención porque es propietario de un comercio agrícola de frutas y verduras.
De acuerdo los medios noruegos, el abono podría haber sido utilizado para fabricar el artefacto que estalló en el centro de la capital noruega y que causó siete muertos.
Dos horas después de este atentado, se produjo la matanza de 84 personas en una campamento de verano de las juventudes socialdemócratas, a unos 40 kilómetros de la capital.
En la misma isla se detuvo al hasta ahora principal sospechoso del doble atentado, un noruego de 32 años, que presuntamente actuó en solitario aunque no se descarta que tuviera cómplices.
Según testigos, el agresor disparó a discreción durante 45 minutos, entre escenas de pánico de los centenares de jóvenes allí concentrados, de edades entre 14 y 17 años.
Fuentes policiales han identificado al sospechoso como afín a los ambientes ultraderechistas, con tendencias islamófobas y fundamentalistas cristianas.
-EFE-