Una niñez “tranquila”. Conseguía su primera medalla de oro y los 5 años aún no llegaban. El diagnóstico de una patología degenerativa a los 11 y el título de campeona olímpica a los 18. Solo una: Naomy Soazo.
Inolvidable serán los juegos paralímpicos de Beijing 2008, escenario en el que por primera vez se escuchó el Himno Nacional en la cita deportiva más importante del planeta. Una caraqueña con discapacidad visual brindó esa alegría al pueblo venezolano; se alzó ante el mundo como la campeona mundial en Judo tras obtener el oro en su categoría.
La oportunidad de conocerla más de cerca no fue negada por la deportista quien se vistió de mensajes positivos para responder cada una de nuestras inquietudes. Unas comprometidas declaraciones en las que subrayó su admiración y respeto por el presidente venezolano Hugo Chávez, a continuación:
¿Descríbenos a Naomy cuando no está en competencia?
Mira, feliz y ante todo tranquila. Todo el tiempo he estado guiada por mis padres aquí en Caracas, que fue donde yo crecí, en el sector El Paraíso. Ahora me acuerdo de un momento de mi vida en que yo practicaba varios deportes hasta que un día dije: “Mira no, lo mío es el judo“.
Aparte de eso ¿qué te puedo decir? me gusta descansar, y gracias a Dios cuento con la Unefa que está siendo punta de lanza en capacitación a distancia; allí estudio Ingeniería en Telecomunicaciones. Y bueno, también me gusta ir al cine o a la playa o conversar con mis amigos, pero hago muchos sacrificios por el judo, así que estas cosas las he dejado un poco de lado. Ah, sentimentalmente gracias a Dios estoy con una pareja que también está en el mundo deportivo y me entiende perfectamente.
Pero, ¿cuándo y cómo descubrieron tu discapacidad?
A los 11 años. Es que yo no identificaba correctamente las letras en el pizarrón, la maestra avisó a mis padres y recomendó que me llevaran a un oculista. Me llevaron y el doctor dijo: “Lamentablemente la niña presenta una patología degenerativa que a lo largo de los años le va a obstruir la visión“. Y ¿sabes?, precisamente ahora estoy en control porque en los últimos seis meses ha aumentado considerablemente a diferencia de los otros años. Entonces están viendo para tratar de corregir eso, si se puede.
Y el rechazo?
Muchos se impactan y dudan de mi discapacidad por que no es algo que se aprecie a simple vista. Yo no he sufrido mucho el rechazo porque lo mío no es tan visible. Sin embargo, mi llamado es a quienes discriminan a sus iguales para que recobremos la consciencia. Ninguno de nosotros estamos exentos a que nos ocurra algo que nos marque para toda la vida. Oye, vamos a salir adelante, seamos más humanos; una discapacidad es una invitación a dar más de ti por tu familia, por tu comunidad y por tu país.
Háblanos de la idea de impartir charlas motivacionales:
La idea es de mi papá que es mi entrenador y mía, y nace por la necesidad de retribuir todo el apoyo recibido por el Gobierno Nacional, toda una logística que han desplegado para apoyarme. Yo quiero llevar un mensaje de optimismo, de trabajo, de que no hay nada imposible. Así como yo pude todos podemos. Hoy día nos hace falta ser más sociales, estamos como muy indiferentes y estamos precisamente en esa época de cambios de mentalidad con esta revolución.
Vamos a apoyarnos, siempre vamos a necesitar de nuestro alrededor para prosperar. Nadie puede alcanzar un sueño solo.
Poco a poco estamos logrando muchas metas y sin embargo buscamos a través de esta charla masificar ese mensaje positivo.
¿Cómo observas la situación actual del país?
Guau, interesante. En la actualidad Dios nos puso un Presidente que permite que seamos nosotros los labradores de nuestro futuro. Nos está quitando trabas que antes teníamos, como a la gente de bajos recursos que ahora sí puede ingresar a las universidades. Otros presidentes no hacían esas cosas y eso creó una conducta en los venezolanos. Nos acostumbraron a pedir y no dar. Entonces eso hay que cambiarlo, hoy día tenemos mil formas de salir adelante. Como dice el comandante “el que no quiera llegar es porque no quiere”.
Así, con su confesa simpatía por el Mandatario Nacional nos despidió Naomy, sin dejar de repetir que su máximo sueño es el bicampeonato olímpico “y aunque parezca osado espero lograrlo para resarcir todo el trabajo que vengo haciendo”.
El mensaje de alguien calificado para la gloria nunca está de más: “Luchen por un ideal o por un objetivo. Más que dispersarse con las cosas triviales de la vida, concentrémonos en cultivar cosas positivas y nos daremos cuenta de que nosotros podemos aportar a la sociedad desde ya un granito de arena”.
P.D.: La cita será en Londres 2012. Los invitados: Más de 26 millones de corazones vinotintos.
Héctor Pereira / Noticias24