El papa Benedicto XVI pidió a los cristianos que no caigan en la tentación de convertirse en lobos entre los lobos, ya que no es ni con el poder, ni con la violencia como se extiende el reino de la paz.
El pontífice hizo estas manifestaciones ante varios miles de personas que asistieron en el Vaticano a la vigilia de la "Jornada de reflexión, diálogo y plegarias por la paz y la justicia en el mundo", el encuentro interreligioso que ha convocado para este jueves en Asís (Italia), la patria de San Francisco.
Esta jornada se celebra con motivo del histórico encuentro interreligioso convocado por Juan Pablo II hace 25 años en esa ciudad y la misma asistirán 300 líderes de las principales religiones del mundo, procedentes de 50 países, encabezados por Benedicto XVI.
El papa Ratzinger celebró una vigilia en el Vaticano en la que renovó el compromiso de las religiones y especialmente el cristianismo por la paz en el mundo.
"Los cristianos no deben caer en la tentación de convertirse en lobos entre los lobos. No es con el poder, ni con la fuerza, ni con la violencia como se extiende el reino de paz de Cristo, sino con la entrega y el amor hacia el enemigo llevado al extremo", afirmó el papa.
El obispo de Roma subrayó que Jesús no vence al mundo con la fuerza de las armas, sino con la fuerza de la cruz, "que es la verdadera garantía de la victoria" y recordó que quien quiera ser discípulo de Cristo, "debe estar preparado para la pasión, el martirio y perder la propia vida por él, para que en el mundo triunfe el bien, el amor, la paz".
Benedicto XVI destacó las figuras de san Pedro y san Pablo, los patrones de la iglesia católica, señalando que el primero tiene en sus manos las llaves y el otro una espada, que no es instrumento para someter a mundo, sino con el que sufrió el martirio y derramó su sangre.
El papa insistió en que el único arma es la paz y señaló que si los cristianos quieren ser portadores del reino de la paz deben estar dispuestos a "pagar y sufrir" en primera persona la incomprensión, el rechazo y la persecución.
"No es la espada del conquistador la que construye la paz, sino la paz del que sufre, que sabe entregar su propia vida", subrayó.
A pocas horas del encuentro interreligioso en Asís, Benedicto XVI invocó a Dios el don de la paz y pidió que haga a los cristianos "instrumentos de su paz en un mundo lacerado por el odio, las divisiones, los egoísmos y las guerras".
"Le pedimos que el encuentro de mañana en Asís favorezca el diálogo entre personas de diferentes creencias religiosas y porte un rayo de luz capaz de iluminar la mente y el corazón de todos los hombres para que el rencor ceda puesto al perdón, la división a la reconciliación, el odio al amor, la violencia a la docilidad y el mundo reine la paz".
A la cita de Asís asistirán 31 delegaciones de iglesias cristianas, destacando la presencia del Patriarca Ecuménico (ortodoxo) de Constantinopla, Bartolomé I, y el arzobispo de Canterbury (anglicano), Rowan Williams.
Asistirán representantes de religiones tradicionales de América y África, así como del budismo, confucionismo, jainismo, sij, taoismo, zoroastro y bahai. Entre los participantes destaca Rajhmoon Gandhi, nieto del Mahatma Gandhi.
También asistirán representantes musulmanes de todos los países árabes, Oriente Medio e Indonesia, así como dirigentes judíos.
Benedicto XVI ha invitado a participar también a cuatro ateos, personalidades del mundo de la cultura y de la ciencia, una novedad en este tipo de citas, entre ellos el filósofo mexicano Guillermo Hurtado.
Benedicto XVI partirá mañana desde el Vaticano en tren hacia Asís junto con todos los participantes.
EFE