Un nuevo estudio realizado en el Reino Unido y publicado en la revista Cell, afirma que el consumo de verduras, como el brócoli o la rúcula, contienen sustancias que fortalecen el sistema inmune.
Tras realizar experimentos con ratones, Marc Veldhoen y su equipo del Instituto Babraham de Cambridge comprobaron que la ingesta estos alimentos genera el aumento de células protectoras del sistema inmune, llamadas linfocitos intraepiteliales.
Veldhoen afirmó que estas células, también conocidas como IELS (por sus siglas en ingles), están presentes en el estómago y en la piel, y constituyen una importante primera línea defensiva ante posibles agresiones.
El número de IELS depende de una proteína conocida con las siglas AhR, cuyos niveles se regulan a través de la dieta por el consumo de vegetales crucíferos como el brócoli, el berro, la col, la rúcula, el rábano o el repollo.