EFE-El perfumista Jean-Paul Guerlain, pendiente de conocer el veredicto en un juicio por injurias racistas, volvió a ser denunciado por idénticos motivos el pasado 24 de febrero, informó la emisora de radio "France Info".
Según la demanda, el anciano de 75 años espetó: "Francia es un país de mierda (...) y encima nos sirven inmigrantes" a los tres empleados que le asistían en su silla de ruedas, cuando perdió el tren Eurostar que se disponía a tomar en la Estación Norte de París.
Los agentes, dos hombres negros y una mujer de origen asiático, denunciaron ante sus superiores la escena, que se produjo porque Guerlain llegó tarde al andén y se le impidió subir al vagón.
Uno de los trabajadores explicó a la emisora que tales afirmaciones iban "cargadas de desprecio", máxime cuando estaban allí para ayudarle.
"Fue humillante y chocante", señaló el denunciante, quien añadió que él y sus colegas son "tan franceses como ese señor".
La situación se produce en un momento en que el heredero de la casa de perfumes Guerlain está inmerso en otro procedimiento, también por declaraciones racistas, y cuyo veredicto se dará a conocer el 29 de marzo.
En la anterior ocasión, el perfumista fue denunciado por varias organizaciones de defensa de los derechos humanos por haber comentado en televisión que había trabajado "como un negro".
Por esas declaraciones, podría ser condenado a seis meses de cárcel y a una multa de hasta 22.500 euros, aunque el perfumista trató de justificarse diciendo que él es "de otra generación" y que se trataba de una expresión corriente en su época.
Según "France Info", en este último episodio una persona de su entorno le dijo que se callara y dejara de decir ese tipo de cosas "delante de todo el mundo", cuando el primer juicio aún no había terminado.