La Real Academia Española (RAE) ha terminado entre el banquillo de los acusados del chavismo y el apoyo de académicos tras poner a la Constitución de Venezuela como ejemplo de mal uso del lenguaje por recurrir a la enumeración excesiva del masculino y el femenino en sus artículos.
Fue un informe del académico Ignacio Bosque el que levantó ampollas entre sectores oficialistas, que defienden este lenguaje como un logro de la revolución que lidera el presidente Hugo Chávez e incluso el escritor Luis Britto llega a señalar a la RAE como un "caso melancólico del imperio".
Bosque citó un par de párrafos de la Carga Magna en un documento de 18 páginas en el que criticó las directrices contenidas en nueve guías sobre lenguaje no sexista elaboradas por regiones, sindicatos y universidades de España porque, si se aplicara estrictamente cuanto dicen, "no se podría hablar".
Las reacciones en Venezuela no se han hecho esperar. La diputada oficialista ante el Parlamento Latinoamericano (Parlatino) Ana Elisa Osorio defendió la Carta Magna y su lenguaje no sexista como "uno de los principales logros de la revolución".
En declaraciones a Efe opinó que el lenguaje es "un instrumento para luchar contra la discriminación", y señaló que los diputados venezolanos del Parlatino presentarán un documento para rechazar ese informe, que, a su juicio, recoge una posición personal.
El debate sobre el tema lo puso sobre la mesa la presidenta del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), Luisa Estella Morales, quien advirtió el miércoles precisamente durante una sesión especial del Parlatino que el académico "trató de ridiculizar" la Constitución.
"Ha criticado la visibilización de la mujer en el idioma, ese logro constitucional de la mujer venezolana que exponemos con tanto orgullo y que con tanta naturalidad hemos introducido en el discurso académico", apuntó Morales según medios locales.
En la misma línea se pronunció el escritor venezolano Luis Britto, quien justificó que "el constituyente prefirió pecar de redundancia antes que cometer una especie de genocidio de género".
"Cuando en el texto legislativo decimos el presidente de la República estamos negando que pueda haber mandatarios como (la brasileña) Dilma Rousseff, como la (expresidenta chilena Michelle) Bachelet , como la (canciller alemana Angela) Merkel", dijo a Efe.
Pero Britto, al que la Feria Internacional del Libro de Venezuela dedica la edición que comienza hoy en Caracas, fue más allá y apuntó como un elemento determinante "la falta de oficio".
"Da la impresión que los académicos no tienen otra cosa que hacer que revisar cada quince años las normas de acentuación y ortografía para fastidiar a todo el mundo", añadió.
En frente, Bosque cuenta con apoyos como el del presidente de la Academia Venezolana de la Lengua, Francisco Javier Pérez, quien respaldó las tesis y la autoridad del académico español para hacer sus comentarios.
Dijo que el lingüista español es en la actualidad uno de los expertos en gramática "más importantes", y subrayó que "hay que comprender que el espíritu del texto" de Bosque apunta, "indudablemente, a cómo el sexismo viene manifestándose".
"Si leemos bien el texto de Bosque en realidad es un texto objetivo sobre un problema lingüístico puntual", indicó.
Sobre la alusión a Venezuela, Pérez destacó el énfasis de Bosque en explicar la "innecesaria duplicación del género de algunos sustantivos, en este caso cargos públicos", que lo que hace es "complicar el texto mismo" y hacerle perder "estilo".
"En ningún momento, al menos yo no lo vi por ningún lado, hay una intención de índole política, ideológica o de otra naturaleza", afirmó el académico venezolano, al recordar que Bosque mencionó el texto venezolano como "un ejemplo dentro de un conjunto de ejemplos".
"No hay una evidencia textual que visibilice que hay ahí una intención de hacer una crítica concreta a la Constitución de Venezuela, al contrario", indicó Pérez.
"Hasta ahora no me he tropezado con nadie, ningún académico, ningún profesor universitario que diga 'Bosque se equivoca'", agregó
EFE