Tras la destitución del presidente de CVG Alcasa, Elio Sayago, la polémica se ha hecho presente en las bases del Partido Socialista Unido de Venezuela, los trabajadores le dieron una tímida bienvenida a su compañero de trabajo y ahora líder de la empresa, Ángel Marcano.
El Sindicato de Trabajadores de Alcasa se puso a la orden para trabajar con “el presidente que sea” con tal de sacar adelante la primera reductora de aluminio del país. En los últimos cuatro años la empresa ha tenido tres presidentes.
Por esa razón, la destitución de Sayago y el nombramiento de Marcano tienen para los empleados y obreros un efecto político que no resuelve la crisis de esa industria.
“Lamentablemente, los que llevamos tiempo en esta empresa tenemos que creer en la recuperación de la planta. No hay otra opción”, afirmó dos días después de la destitución de Sayago el trabajador Carlos López, con 22 años de antigüedad en planta.
El descontento en la industria por la negativa a discutir el contrato colectivo, el congelamiento de los salarios desde hace cuatro años y el incumplimiento de los beneficios de ley,han generado conflictos internos y rechazo hacia los “presidentes-trabajadores”, como fueron bautizados por el primer mandatario en 2010.“Lo que se ha producido es un cambio de títere porque el que maneja todo es uno solo: el presidente Hugo Chávez”, señaló Luisa Figuera, empleada de CVG Venalum.
Las organizaciones sindicales del sector aluminio, sin embargo, aseguran que su misión no es solicitar la destitución de los presidentes, sino defender a los trabajadores independientemente del patrón.
Ante eso, el secretario general del Sindicato de Trabajadores de Alcasa, Henry Arias, propuso que los problemas internos del partido se resuelvan dentro del partido y que el Gobierno se dedique a concretar las inversiones.
El dirigente opina que la solución a la crisis de las empresas básicas es el cambio de Gobierno.
“En 13 años no hicieron nada, sólo arruinaron nuestras empresas. Ante eso no podemos ocultar nuestra indignación”,puntualizó.
La propuesta de los trabajadores para la recuperación productiva y estructural de las industrias básicas se basa en la despolitización, en un programa sostenido de inversión y en la adecuación tecnológica para la transformación de materia prima.
Con información de El Nacional