Reuters) El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, no dio señales el miércoles de que la entidad vaya a proporcionar más apoyo a los bancos o a los gobiernos, pero también indicó que no es el momento de retirar las medidas especiales para combatir la crisis.
Existen crecientes expectativas en los mercados financieros de que el BCE tendrá que volver al rescate, ante la presión a la que está siendo sometida España y la caída del Gobierno holandéspor diferencias sobre el plan presupuestario, así como por los indicadores recientes que apuntan a una recesión en la zona euro.
El mensaje de los bancos centrales del bloque es muy diferente tras la creación de los LTRO, los préstamos a tres años a tasas bajas que tienen como finalidad evitar una restricción del crédito. Con este medio, se ha ganado tiempo para que los bancos reduzcan su deuda y limpien sus balances.
“El mandato primario del BCE es garantizar la estabilidad de precios a mediano plazo para la totalidad de la zona euro. Creo que debemos mantener este delgado y delicado equilibrio para preservar la credibilidad del BCE”, expresó Draghi.
Sin embargo, indicó que cualquier estrategia de salida de las medidas de emergencia del BCE,algo que el presidente del Bundesbank Jens Weidmann y otros creen que debe discutirse, sería prematura dadas las condiciones prevalecientes.
Agregó que los bancos deben reforzar sus finanzas todavía más, con la retención de las utilidades y la contención del pago de primas, y con ese fin el BCE ha proporcionado tiempo a las entidades.
“Los LTRO han sido oportunos y eficaces. Si lo único que hemos logrado es ganar tiempo, ha sido un éxito. Creo que ganar tiempo no es un logro menor”, expresó Draghi.
El bache del negocio en la zona euro se profundizó a un ritmo mayor que el esperado en abril, según datos conocidos el lunes, lo que parece sugerir que la economía seguirá en recesión por lo menos hasta la segunda mitad del año.
Draghi reconoció que los indicadores más recientes han sido irregulares, aunque espera que la demanda externa y las bajas tasas de interés del BCE apoyen el crecimiento.
“Al mismo tiempo, los riesgos a la baja están relacionados en particular a una renovada intensificación de las tensiones en los mercados de deuda soberana de la zona euro y los efectos potenciales en la economía real”, dijo.
A pesar de la crisis política en Países Bajos, la presión inmediata se ha relajado, mientras que los rendimientos de la deuda española e italiana a 10 años caían el miércoles y estaban cómodamente por debajo del 6%, considerado como un nivel peligroso.
El consejero del Banco Central Europeo, José Manuel González-Páramo, dijo que España no tendría dificultad para cubrir sus necesidades de financiación para el resto del año, a pesar del aumento de los costos.
España ha cubierto ya el 50% de su previsión anual, y según declaraciones del consejero en una entrevista con el periódico Expansión, cubrirá la totalidad antes de final de año.
El candidato socialista a la presidencia de Francia, François Hollande, pidió una revisión del mandato del BCE para añadir una responsabilidad con el crecimiento.
Draghi insistió que el mandato primario del BCE era garantizar la estabilidad de precios y que debe seguir así.