Las dos principales redes de microblog de China, Sina Weibo y Tencent QQ, autorizaron hoy nuevamente a dejar comentarios, después de tres días de prohibición en una operación de "limpieza" de las autoridades chinas para borrar rumores de un golpe de Estado que circularon en el internet chino.
Las dos redes sociales, con alrededor de 300 millones de usuarios en un país donde Twitter está bloqueado, publicaron mensajes informando a los suscriptores de que ya es posible comentar los "posts", como pudo comprobar Efe.
El sábado, domingo y lunes fue imposible hacerlo (aunque sí estuvo permitido "postear", o reenviar estas entradas), mientras Sina y Tencent avisaban a los usuarios de que habían tomado esta decisión para llevar a cabo una "operación de limpieza de rumores".
La medida fue tomada por las autoridades chinas de control de contenidos en internet, a raíz de que a mediados de marzo circularan en numerosas webs en chino rumores de que se habían escuchado disparos en Tiananmen, o en Zhongnanhai (residencia de los líderes comunistas y sede del Ejecutivo), o que vehículos militares habían entrado en Pekín.
El Gobierno chino, en un momento muy tenso debido a la transición de poder que habrá en octubre y a la reciente y mediática destitución de uno de sus líderes más carismáticos, Bo Xilai, respondió a estos rumores con dureza, no sólo censurando los microblogs sino también con seis detenidos y 16 webs clausuradas.
La operación, informaron las autoridades chinas, formó parte de la campaña policial "Brisa de Primavera" contra los contenidos "perjudiciales" en internet, que se saldó en el mes de marzo con la detención de un millar de personas.
Marzo es un mes muy sensible para los censores chinos, porque en él coinciden acontecimientos como el plenario anual del Legislativo (la reunión más importante del año) o el aniversario de las revueltas tibetanas y el exilio del Dalai Lama.
Pese a los fuertes controles de contenidos, China tiene la mayor comunidad de internautas del mundo (513 millones), y muchos ciudadanos confían más en las redes sociales y los foros internautas para informarse, ya que en ellos aparecen a veces informaciones que no reflejan los medios oficiales o los convencionales.
Esta confianza en la red, no obstante, ha motivado en ocasiones olas de descontento social o incluso de pánico, como ocurrió el pasado año tras la catástrofe nuclear japonesa de Fukushima, en la que circularon en internet rumores de que la radiactividad afectaba a China.
EFE