El régimen comunista de Corea del Norte rechazó hoy la "intolerable"
condena del G8 a su programa nuclear y la definió como una violación de
su soberanía, al tiempo que amenazó con "tomar contramedidas en defensa
propia".
"Es absolutamente intolerable e imprudente la provocación política del G8", señaló la agencia estatal norcoreana, KCNA, que cita a un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores.
El régimen liderado por Kim Jong-un justificó su programa nuclear en respuesta a "la política hostil de EE.UU." y aseguró que lo seguirá expandiendo y reforzando "sin cesar mientras continúe esta política hostil".
También criticó las condenas al lanzamiento, sin éxito, de un cohete de largo alcance el pasado abril, que buena parte de la comunidad internacional consideró un ensayo encubierto de un misil y que según Pyongyang fue "el lanzamiento de un satélite con fines pacíficos".
"Seguiremos ejerciendo de forma legítima nuestro derecho soberano de lanzar satélites y alcanzar los requisitos indispensables para construir un poder económico", indicó KCNA.
El pasado fin de semana los líderes del G8, reunidos en Camp David (EEUU), condenaron el desarrollo nuclear y de misiles del régimen comunista y consideraron que pone en peligro la estabilidad de la región al "violar sus obligaciones internacionales".
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, indicó entonces que Corea del Norte tiene la opción de salir del aislamiento para sumarse a la comunidad internacional, pero solo si deja definitivamente las acciones provocativas.
La KCNA señaló que aún hay espacio para resolver la cuestión nuclear en la península de Corea de forma pacífica "a través de diálogo y negociaciones", pero insistió en que el único modo de allanar el camino es que Washington cese, en la práctica, "su política hostil hacia Corea del Norte".
Desde el lanzamiento del cohete de largo alcance la comunidad internacional teme la posibilidad de un nuevo ensayo nuclear norcoreano, que ya realizó sendas pruebas atómicas en 2006 y 2009.
"Es absolutamente intolerable e imprudente la provocación política del G8", señaló la agencia estatal norcoreana, KCNA, que cita a un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores.
El régimen liderado por Kim Jong-un justificó su programa nuclear en respuesta a "la política hostil de EE.UU." y aseguró que lo seguirá expandiendo y reforzando "sin cesar mientras continúe esta política hostil".
También criticó las condenas al lanzamiento, sin éxito, de un cohete de largo alcance el pasado abril, que buena parte de la comunidad internacional consideró un ensayo encubierto de un misil y que según Pyongyang fue "el lanzamiento de un satélite con fines pacíficos".
"Seguiremos ejerciendo de forma legítima nuestro derecho soberano de lanzar satélites y alcanzar los requisitos indispensables para construir un poder económico", indicó KCNA.
El pasado fin de semana los líderes del G8, reunidos en Camp David (EEUU), condenaron el desarrollo nuclear y de misiles del régimen comunista y consideraron que pone en peligro la estabilidad de la región al "violar sus obligaciones internacionales".
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, indicó entonces que Corea del Norte tiene la opción de salir del aislamiento para sumarse a la comunidad internacional, pero solo si deja definitivamente las acciones provocativas.
La KCNA señaló que aún hay espacio para resolver la cuestión nuclear en la península de Corea de forma pacífica "a través de diálogo y negociaciones", pero insistió en que el único modo de allanar el camino es que Washington cese, en la práctica, "su política hostil hacia Corea del Norte".
Desde el lanzamiento del cohete de largo alcance la comunidad internacional teme la posibilidad de un nuevo ensayo nuclear norcoreano, que ya realizó sendas pruebas atómicas en 2006 y 2009.
EFE