En el documento, el grupo propone que el espacio donde funciona el centro de reclusión, en el suroeste de la capital venezolana, sea utilizado como un complejo de usos múltiples para la recreación y la prestación de servicios a los habitantes de la zona.
Efraín Henrique, vocero de esa organización comunal, instó al pueblo venezolano a no hacerse eco de los ruidos y rumores sobre la situación. “De esa forma garantizaremos la convivencia y las paz ciudadana”, expresó.
“Pedimos a nuestros hermanos privados de libertad que depongan la actitud hostil y de violencia, y que bajen a las mesas de diálogo para de una vez salir de esta situación”, dijo, en la sede de la Fiscalía y en compañía de integrantes de varios consejos comunales de la parroquia El Paraíso.
El 4 de mayo pasado, la ministra del Poder Popular para Asuntos Penitenciarios, Iris Varela, explicó que esas instalaciones no podrán seguir funcionando como centro de reclusión, debido a que no tienen reparación y, además, los centros penitenciarios no pueden estar cerca de lugares poblados.
Por ello, se estudian dos propuestas para darle utilidad a esos terrenos: una de ellas, la construcción de nuevas casas por parte de la Gran Misión Vivienda Venezuela, y la otra para construir una edificación apta para dictar talleres al personal de custodia del Ministerio de Asuntos Penitenciarios.