AFP) El Eurogrupo debate este sábado el rescate a la banca española, tras un informe del FMI sobre el sector financiero español, aunque Madrid de momento no ha pedido oficialmente ayuda pese a la intensa presión de los mercados y la comunidad internacional.
Los ministros de Finanzas de la zona euro mantendrán a las 16H00 (14H00 GMT) una conferencia telefónica “para aprobar una declaración que subraya la intención de España de solicitar ayuda, y el compromiso del Eurogrupo de proporcionarla”, dijo a la AFP una fuente europea.
La zona euro espera “en cualquier momento” una pedido de ayuda por parte de España, señaló otra fuente europea.
Si España finalmente pide la ayuda europea, se convertirá en el cuarto país de la zona euro, en recibir un rescate de sus socios, siguiendo los pasos de Grecia, Portugal e Irlanda.
Pero de momento España, si bien confirmó la reunión, “no ha pedido” nada. El gobierno español analizaba el informe del Fondo Monetario Internacional (FMI), que cifró en 40.000 millones de euros el capital que necesitan los bancos del país, y declaró estar “a la espera de ver la reunión del Eurogrupo”, precisó una fuente del Gobierno.
La posición de España “no ha cambiado”, afirmó a la AFP un portavoz del ministerio español de Economía.
En los últimos días, la presión arreció para que España pida cuanto antes un préstamo al fondo de rescate de la zona euro.
“Si España se siente superada por sus necesidades de financiación, debe utilizar los instrumentos que han sido creados para ello”, dijo el presidente del banco central alemán (Bundesbank), Jens Weidmann al diario dominical alemán Welt am Sonntag.“La solución tiene que llegar rápidamente”, exhortó el jefe de fila del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker.
La agencia calificadora Moody’s advirtió que la difícil situación de Grecia y España podría implicar la degradación de las notas crediticias de varios países de la Eurozona, incluyendo los que tienen la máxima (AAA), como Alemania.
Según fuentes cercanas a las debates, una de las ideas que se maneja es utilizar los fondos de rescate europeos, el FEEF o el MEDE que entrará en vigor en julio, para inyectar directamente capital al español Fondo público de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).
Esto sería una posible solución intermedia del agrado de todos: el gobierno español no vería su soberanía amenazada ya que no sería una intervención tan dura como la de Grecia, y Alemania también se saldría con la suya, al utilizar el fondo de rescate para inyectar capital en un organismo público, destinando la ayuda al saneamiento del sector financiero.
La reunión del Eurogrupo se celebra pocas horas después de la entrega, antes de lo previsto, del informe del FMI que cifró en 40.000 millones el requisito de capital tras pruebas de resistencia realizadas por la entidad a los bancos españoles. Pero un funcionario del FMI dijo durante una conferencia de prensa que los bancos probablemente necesiten más.
Debilitados por su alta exposición a una burbuja inmobiliaria que estalló en 2008, los bancos españoles acumulan en sus balances unos 184.000 millones de euros en activos problemáticos hasta finales del 2011, es decir un 60% de su cartera.Tras el rescate histórico de 23.500 millones de euros solicitado en mayo por Bankia, tercer banco del país en cuanto a activos, los inversores temen que España no pueda hacer frente por sí sola a las exigencias financieras de su sistema bancario.
En las últimas semanas, los mercados financieros muestran su desconfianza hacia España, y le piden intereses más elevados para prestarle dinero. Los inversores internacionales retiran fondos y los españoles colocan su dinero en el exterior.
El país, privado de su motor de crecimiento, la construcción, oscila desde 2008 entre la recesión y un crecimiento débil, mientras crece el desempleado.
A eso se le suma el creciente temor entre los inversores de que una eventual salida de Grecia del euro provoque un efecto contagio y precipite la huida de depósitos de los bancos.
La posibilidad de que España solicite un rescate a la Eurozona demuestra el fracaso de las políticas de austeridad para resolver la crisis de la deuda en Europa, afirmó Alexis Tsipras, el líder del partido de izquierda Syriza, que podría ganar las eleciones legislativas griegas del 17 de junio.