AFP) Miles de personas exigieron el sábado en San José igualdad de derechos para los homosexuales, la instauración de un Estado laico en Costa Rica y la aprobación de la fertilización in vitro, en una colorida manifestación llamada “Marcha de los Invisibles”.
Lesbianas, gays, transexuales, heterosexuales y bisexuales recorrieron una céntrica avenida para culminar su protesta en el Congreso, donde hace dos semanas una comisión rechazó un proyecto que garantizaba derechos patrimoniales a los homosexuales.
“La moral es personal, los derechos humanos son universales”, rezaba una colorida manta que llevaban los manifestantes -más de 5.000 según los organizadores-, convocados tras la votación de la Comisión de Derechos Humanos del Congreso.
La protesta enfiló baterías contra el presidente de esa comisión, el legislador evangélico Justo Orozco, cuyas declaraciones en contra de los homosexuales han causado revuelo en el país.
“INJusto Orozco, cavernícola”, “El problema no es Dios, es Justo”, “Invisible no, acá estoy”, “Soy visible, tengo derechos”, “Somos lesbianas felices y aquí estamos”, “Gay, humano 100%”, se leía en las pancartas.
Uno de los dirigentes de la marcha desde un altoparlante señalaba: “Costa Rrica es uno de los últimos estados confesionales del mundo, ¡qué anacrónico”. “¡Exijo un estado laico ya!”, clamaba.
“Estamos aquí para que sepan que existimos, que merecemos los mismos derechos. En el país hay un retroceso en los derechos humanos, que respeta las libertades es una imagen”, declaró a la AFP Ester Molina, vestida con una camiseta en la que se leía: “Nombre: mujer, apellido: lésbica”.
En las redes sociales se desató un movimiento de firmas -más de 6.000- que exigían la renuncia de Orozco a la comisión, por calificar de “privilegios” los derechos de los homosexuales, “prácticas extrañas” las relaciones entre personas del mismo sexo y a la homosexualidad como “un pecado que tiene cura”.
El presidente del Movimiento de Diversidad Sexual, Marco Castillo, anunció que su organización denunciará al Estado costarricense ante comisiones internacionales de derechos humanos por lo que considera un “atropello” a los derechos de la comunidad gay.
Orozco dijo también que se opone a la fecundación in vitro -prohibida en el país-. El legislador evangélico opinó que quienes se beneficiarián de esa técnica onerosa serían personas de altos ingresos, porque, según dijo, el problema de infertilidad “lo sufren las clases altas”.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos (Cidh), con sede en San José, analizará en setiembre una denuncia contra el Estado costarricense por prohibir la fecundación asistida.