Después de unos días de tranquilidad, los habitantes de las provincias de Mantova, Reggio Emilia y Modena, las más afectadas por los movimientos telúricos de las últimas semanas, han vuelto a vivir una noche de miedo.
El sismo más fuerte, de 4,3 grados en la escala Richter, se produjo a las 03.48 hora local (01.38 GMT) a 10 kilómetros de profundidad y no provocó daños personales ni materiales, según la protección civil italiana, y se sintió en ciudades como Florencia o Venecia.
El resto de los temblores osciló entre los 2,1 y 2,8 grados en la escala Richter.
Los continuos temblores están complicando la vuelta a la normalidad en la región,donde 16.085 personas siguen durmiendo fuera de sus casas en los 45 campamentos de acogida y 64 instalaciones -entre hoteles, gimnasios, escuelas, cuarteles, y vagones de tren- puestas a su disposición.
EFE