El gobierno brasileño negó el lunes que haya ejercido presión para conseguir el ingreso de Venezuela al Mercosur y aseguró que la decisión fue tomada de forma "unánime" por los países del bloque en la reunión convocada tras la suspensión de Paraguay, dijo un asesor presidencial.
"No ejercimos presión sobre ningún país, porque no es el estilo de la presidenta Dilma Rousseff hacer presión", dijo Marco Aurelio García, asesor especial de la Presidencia para asuntos internacionales, en una nota publicada en el sitio web de la Presidencia.
"La decisión fue tomada por los tres presidentes (de Argentina, Cristina Kirchner; de Brasil, Dilma Rousseff y de Uruguay, José Mujica); fue una decisión unánime, fue una decisión que reflejó consenso político", añadió.
En la cumbre del Mercosur celebrada en Mendoza (Argentina) el viernes pasado, los mandatarios fijaron el 31 de julio para una "reunión especial" en Rio de Janeiro para incorporar a Venezuela al bloque, luego de suspender a Paraguay tras la destitución del presidente Fernando Lugo el 22 de junio.
El canciller uruguayo Luis Almagro admitió el lunes que su país era contrario al ingreso de Venezuela al Mercosur "en estas circunstancias" y cuestionó la legalidad de la decisión, en la que aseguró que la posición de Brasil "fue decisiva".
García indicó que "la decisión de incluir a Venezuela a partir del 31 de julio fue propuesta por el presidente (uruguayo José) Mujica".
"Conversé con él (Mujica) hace poco y confirmó no sólo eso, como que era la posición de Uruguay. De nuestra parte no hubo imposición o presión. Eso no corresponde al estilo de política externa brasileña y menos de la presidenta", lanzó el asesor presidencial.
El Mercosur fue constituido en 1991 por el Tratado de Asunción entre Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Los dos socios menores del bloque han buscado tradicionalmente actuar en conjunto ante el peso de sus vecinos mayores.
AFP