La Santa Sede cerró 2011 con unas pérdidas de casi 15 millones de euros, mientras el Estado de la Ciudad del Vaticano registró un resultado positivo por valor de casi 21 millones de euros, informó hoy el Vaticano.
Los capítulos más costosos en la Santa Sede han sido los relativos a los gastos del personal, que a 31 de diciembre sumaba 2.832 personas, y a los medios de comunicación del Vaticano, asegura el comunicado emitido hoy sobre las cuentas del Estado Vaticano.
Sobre el resultado negativo han pesado "las fluctuaciones de los mercados mundiales que no han permitido lograr los objetivos establecidos", señala el comunicado.
El balance fue aprobado en la reunión mantenida el 3 y 4 de julio por el Consejo de Cardenales para el Estudio de los problemas organizativos y económicos de la Santa Sede, presidido por el cardenal secretario de Estado, Tarcisio Bertone.
En cuanto a los resultados del Estado de la Ciudad del Vaticano, el comunicado asegura que los beneficios fueron de 21,8 millones de euros, gracias a los más de cinco millones de turistas de más que visitaron los Museos Vaticanos con respecto a 2010 "a pesar de la crisis en el sector turístico mundial", precisó la nota.
El Vaticano distingue entre la Santa Sede, que incluye los dicasterios -ministerios- y organismos anexos, así como las nunciaturas (embajadas por el mundo), y el Estado de la Ciudad del Vaticano, donde se alza la basílica de San Pedro y se encuentran, entre otros, los Museos Vaticanos.
En el Estado de la Ciudad del Vaticano, el más pequeño del mundo con apenas dos kilómetros cuadrados, trabajan 1.887 personas, frente a las 1.876 de 2010.
Además del balance, también se presentó el resultado del "Óbolo de San Pedro", formado por las donaciones recibidas por el Papa de los fieles de todo el mundo, que alcanzó los 69,71 millones de dólares (56,13 millones de euros) frente a los 67,70 millones de dólares (54,48 millones de euros al cambio de ese momento) del pasado año.
Como está establecido, las iglesias locales también contribuyeron, según su disponibilidad, a mantener la estructura central de la Iglesia.
Las contribuciones a la Santa Sede de los Institutos de Vida Consagrada, Sociedad de Vida Apostólica y Fundaciones pasaron de 747 millones de dólares (601 millones de euros) en 2010 a 1.924 millones de dólares (1.547 millones de euros) en 2011.
El Instituto para las Obras de Religión, el IOR, conocido también como el Banco del Vaticano, donó al Pontífice 49 millones de euros para actividades religiosas.
A la reunión del Consejo de Cardenales para el estudio de problemas organizativos y económicos de la Santa Sede asistieron, además de Bertone, los cardenales Antonio María Rouco Varela (arzobispo de Madrid), Norberto Rivera Carrera (Ciudad de México), Juan Luis Cipriani (Lima), Wilfrid Fox Napier (Durban, Sudáfrica), Jorge Liderato Urosa Savino, Arzobispo de Caracas (Venezuela) y Odilo Pedro Scherer (Sao Paulo, Brasil).
El comunicado agradece "la generosa contribución de los fieles y de las instituciones eclesiásticas, más aun si tenemos en cuenta el actual y persistente momento de crisis económica".
La Santa Sede cerró 2010 con unos beneficios por valor de 9,8 millones de euros y el Estado de la Ciudad del Vaticano con un resultado positivo por valor de 21 millones de euros.
Los capítulos más costosos en la Santa Sede han sido los relativos a los gastos del personal, que a 31 de diciembre sumaba 2.832 personas, y a los medios de comunicación del Vaticano, asegura el comunicado emitido hoy sobre las cuentas del Estado Vaticano.
Sobre el resultado negativo han pesado "las fluctuaciones de los mercados mundiales que no han permitido lograr los objetivos establecidos", señala el comunicado.
El balance fue aprobado en la reunión mantenida el 3 y 4 de julio por el Consejo de Cardenales para el Estudio de los problemas organizativos y económicos de la Santa Sede, presidido por el cardenal secretario de Estado, Tarcisio Bertone.
En cuanto a los resultados del Estado de la Ciudad del Vaticano, el comunicado asegura que los beneficios fueron de 21,8 millones de euros, gracias a los más de cinco millones de turistas de más que visitaron los Museos Vaticanos con respecto a 2010 "a pesar de la crisis en el sector turístico mundial", precisó la nota.
El Vaticano distingue entre la Santa Sede, que incluye los dicasterios -ministerios- y organismos anexos, así como las nunciaturas (embajadas por el mundo), y el Estado de la Ciudad del Vaticano, donde se alza la basílica de San Pedro y se encuentran, entre otros, los Museos Vaticanos.
En el Estado de la Ciudad del Vaticano, el más pequeño del mundo con apenas dos kilómetros cuadrados, trabajan 1.887 personas, frente a las 1.876 de 2010.
Además del balance, también se presentó el resultado del "Óbolo de San Pedro", formado por las donaciones recibidas por el Papa de los fieles de todo el mundo, que alcanzó los 69,71 millones de dólares (56,13 millones de euros) frente a los 67,70 millones de dólares (54,48 millones de euros al cambio de ese momento) del pasado año.
Como está establecido, las iglesias locales también contribuyeron, según su disponibilidad, a mantener la estructura central de la Iglesia.
Las contribuciones a la Santa Sede de los Institutos de Vida Consagrada, Sociedad de Vida Apostólica y Fundaciones pasaron de 747 millones de dólares (601 millones de euros) en 2010 a 1.924 millones de dólares (1.547 millones de euros) en 2011.
El Instituto para las Obras de Religión, el IOR, conocido también como el Banco del Vaticano, donó al Pontífice 49 millones de euros para actividades religiosas.
A la reunión del Consejo de Cardenales para el estudio de problemas organizativos y económicos de la Santa Sede asistieron, además de Bertone, los cardenales Antonio María Rouco Varela (arzobispo de Madrid), Norberto Rivera Carrera (Ciudad de México), Juan Luis Cipriani (Lima), Wilfrid Fox Napier (Durban, Sudáfrica), Jorge Liderato Urosa Savino, Arzobispo de Caracas (Venezuela) y Odilo Pedro Scherer (Sao Paulo, Brasil).
El comunicado agradece "la generosa contribución de los fieles y de las instituciones eclesiásticas, más aun si tenemos en cuenta el actual y persistente momento de crisis económica".
La Santa Sede cerró 2010 con unos beneficios por valor de 9,8 millones de euros y el Estado de la Ciudad del Vaticano con un resultado positivo por valor de 21 millones de euros.
EFE