Las primeras indagatorias apuntan a que el asesinato fue planeado con antelación de un mes. Lo cierto es que el pasado domingo, un hombre de 66 años recibió múltiples puñaladas mientras dormía. Las suficientes para causarle la muerte.
El suceso ocurrió en el interior de una vivienda sin número en la calle nueve del sector III de la urbanización Gran Mariscal de Ayacucho, conocida como Mopia.
El asesinato ocurrió a las diez de la noche del domingo, cuando el sexagenario ya dormía y fue sorprendido por las muchas heridas punzo cortantes.
Fue una vecina quien alertó a las autoridades. Una comisión del cuerpo policial del municipio Independencia resguardó los elementos de la escena del crimen y dio voz al Cicpc.
Cuando el cuerpo de investigaciones se presentó, sus funcionarios notaron que las vestimentas de los tres miembros de la familia estaban ensangrentadas.
Las averiguaciones indican que la madre de la familia y uno de sus hijos pretendían picar el cuerpo del anciano y botarlo en bolsas de basura, pero el aviso de la vecina interrumpió los planes.
Al presentarse los cuerpos de seguridad, la mujer trató de acusar de todo al otro de sus hijos, el cual padece de trastornos mentales, pero éste terminó confesando todo y agregando que antes habían pensado en envenenarlo hasta que decidieron matarlo a puñaladas.