Al menos 33 personas murieron ayer y otras 85 resultaron heridas en el ataque suicida que ocurrió en un funeral en la provincia de Abyan, en el sur del Yemen, según las últimas cifras facilitadas por fuentes militares.
Las fuentes explicaron a Efe que los fallecidos fueron enterrados en la ciudad de Yaar, donde se registró el atentado, perpetrado por un supuesto militante de la red terrorista Al Qaeda que llevaba un cinturón de explosivos adosado al cuerpo.
Entre los heridos se encuentra el jefe de los llamados Comités Populares en Abyan, Abdel Latif al Sayed, que fue ingresado en estado grave en un hospital de la ciudad portuaria de Adén.
El ataque iba precisamente dirigido contra Al Sayed, jefe de una milicia tribal que ayudó al Ejército a expulsar a cientos de miembros de Al Qaeda de Abyan en junio.
Yaar ha sido un feudo de Al Qaeda hasta el pasado junio, cuando el Ejército recuperó el control de la ciudad y otros bastiones de la organización terrorista en el sur del país.
En el último año, Al Qaeda ha aumentado su actividad en el Yemen gracias a la situación de inestabilidad que vive el país desde que en enero de 2011 estallaran revueltas populares contra el entonces presidente Ali Abdalá Saleh, quien finalmente cedió el poder a su vicepresidente, Abdo Rabu Mansur Hadi, en febrero pasado.
EFE