El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, paralizó hoy la colocación de grandes bloques de hormigón que la Policía había comenzado a instalar en Jerusalén Este, para no dar la impresión de que la ciudad está siendo dividida, informaron medios locales.
El diario Yediot Aharonot atribuye esa orden a las fuertes presiones de los ministros más nacionalistas del Gobierno israelí, entre ellos los de Educación, Nafatlí Benet, Transporte, Israel Katz, e Inmigración, Zeev Elkin.
Los tres se quejaron de que no da una buena impresión durante la reunión ayer del Consejo de Ministros, en la que se abordó el cierre de los barrios palestinos de la ciudad con retenes en carreteras y, en los casos de Isawiye y Yabel Mukaber, también con paredes prefabricadas de hormigón de varios metros de alto.
La decisión, que ya había sido aprobada en una reunión anterior del Gobierno israelí a raíz de la ola de violencia que vive la región desde el 1 de octubre, sorprendió a algunos ministros tras conocer, a través de los medios, que la barrera de Yabel Mukaber podría llegar a una longitud de 300 metros, lo que a su juicio daría la sensación de división.
La colocación de estas paredes prefabricadas está destinada a impedir el paso de posibles atacantes y a prevenir el lanzamiento de cócteles molotov contra carreteras aledañas o edificios.
Aunque el titular de Seguridad Interior, Guilad Erdan, señaló en la reunión ministerial que la barrera se puede quitar en "media hora", los ministros nacionalistas la interpretan como una división de facto de la que Israel considera su "capital eterna e indivisible".
Israel se anexionó en 1980 la parte este de la ciudad, en la que viven unos 370.000 palestinos, en una decisión parlamentaria que la comunidad internacional no acepta.
"Esto no fija los límites de Jerusalén. Son tonterías. Los límites de Jerusalén se fijan por ley parlamentaria", respondió a las quejas el ministro de Finanzas, Moshé Kahlón, quien argumentó que la barrera es necesaria "para defender mejor a los agentes de la policía y a la población".
Hasta ayer, la Policía había instalado en Yabel Mukaber unos doce metros de pared en una zona colindante con el asentamiento judío de Armon Hanteziv.
Las placas, de hormigón por dentro y un patrón de piedra beige jerosolimitana por fuera, llevan una leyenda en la parte inferior que dice: "Barrera policial sólo temporal".
A raíz de las críticas de sus ministros, Netanyahu ordenó paralizar la instalación de los bloques y dio instrucciones al Ministerio de Seguridad Interior para que busque alternativas menos polémicas, según el diario.
EFE