EFE-La inhibición de una enzima que normaliza el flujo sanguíneo de un tumor y mejora el efecto de la quimioterapia a la vez que minimiza sus impactos adversos en el organismo es el más reciente descubrimiento de un grupo de investigadores encabezado por un portugués.
El estudio, en el que participa Rodrigo Leite de Oliveira, apunta a una doble estrategia contra el cáncer: la reducción del tumor y de las metástasis, así como la atenuación significativa de los efectos secundarios asociados a la quimioterapia.
Leite de Oliveira y el resto de investigadores dedujeron que los vasos tumorales con una actividad reducida de la enzima PHD2 presentaban características normales, frente a los vasos sanguíneos que nutren al tumor, naturalmente irregulares, frágiles y con las funciones mermadas.
Así, cuando se reduce la actividad de la enzima PHD2 en las células endoteliales de los tumores, los agentes de la quimioterapia "se distribuyen más eficazmente por todo el tumor" y aumenta de este modo su acción curativa, explicó a Efe Leite de Oliveira.
El investigador, que trabaja en el centro Vesalius de la Universidad belga de Lovaina, agregó que la disminución de la enzima estudiada crea una "barrera más eficaz a la diseminación de células tumorales con metástasis".
"Además de más pequeños, los tumores fueron todavía más sensibles a dosis más bajas de los fármacos", con lo que puede reducirse la administración de anti-tumorales, incidió el investigador.
Pero la inhibición de PHD2 no solo normaliza la vasculatura tumoral sino que también aumenta las defensas antioxidantes, con lo que se evitan "los efectos nocivos de la misma quimioterapia".
En este caso, las pruebas se realizaron con las drogas farmacológicas cisplatina y doxorubicina, que tienen especial incidencia sobre las funciones cardíacas y renales del paciente.
"El estudio abre perspectivas para poder alargar la protección de otros órganos que sean especialmente damnificados por otro tipo de agentes de la quimioterapia", argumentó Leite de Oliveira.
El investigador abordó además el papel de las defensas antioxidantes obtenidas de forma natural y reiteró la importancia de seguir "una alimentación saludable".
"Se conocen alimentos con propiedades antioxidantes (frutos rojos) que promueven estas defensas de forma natural y que muy probablemente podrán ser ventajosos en el combate a los daños de oxidación causados por la quimioterapia", señaló.
Entre ellos destacan las fresas, las frambuesas, las moras y los arándanos.
Leite de Oliveira, licenciado en Farmacia por la Universidad de Oporto y máster en Genética Molecular en la del Miño, recordó que los primeros test del proyecto se realizaron en pequeños ratones con una actividad de PHD2 genéticamente reducida, hasta que las pruebas se dirigieron a modelos de tumores.
"Así se permitía el estudio detallado de los vasos tumorales y de la progresión de la enfermedad hasta el estado de metástasis", comentó.
Según Leite de Oliveira, el siguiente paso será hallar un fármaco que inhiba específicamente esta enzima (PHD2) para que los resultados de la prueba puedan confirmarse y se pueda avanzar en una aplicación clínica.
La investigación ha sido publicada en la revista especializada estadounidense "Cancer Cell".