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domingo, 30 de diciembre de 2012

Entre Brasil y México viven 41 de los billonarios de Latinoamérica. Venezuela solo tiene tres


 AFP).- Brasil y México México son los países de América Latina con mayor número de billonarios, pero también son los que menos recursos obtienen por impuestos sobre el patrimonio, advierte la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en una investigación publicada este mes.
“En América Latina, Brasil encabeza la lista de países con mayor número de billonarios (30), seguido de México (11)”, dice el informe sobre élites económicas, desigualdad y tributación, publicado en internet y elaborado por Andrés Solimano, consultor de la Cepal, y Juan Pablo Jiménez, encargado de la oficina de la comisión en Montevideo.
Le siguen Chile, con cuatro billonarios, y Argentina, Venezuela y Colombia, con tres.
Sin embargo, entre 2005 y 2007, México recaudó solamente 0,18% de su Producto Interno Bruto por impuestos al patrimonio y Brasil 0,44%, por detrás de otros países latinoamericanos como Bolivia, que recaudó 0,62%, Chile, que obtuvo 0,59% y Colombia 0,54%.
Según la revista estadounidense Forbes, en 2012 había 1.153 billonarios en todo el mundo, liderados por el mexicano Carlos Slim, con una fortuna superior a los estadounidenses Bill Gates y Warren Buffet.
En contraste con el gigantesco patrimonio de esos billonarios, “hay más de 2.000 millones de personas que viven (o sobreviven) con menos de dos dólares diarios, lo que revela las extremas disparidades existentes en la economía mundial”, advierten los autores del informe de Cepal.
El país con más billonarios en el mundo es Estados Unidos, con 412; seguido por tres países emergentes: China, con 115; Rusia, con 101; e India, con 55.El informe subraya que estas desigualdades merman además la democracia, pues “para ganar una elección se necesita financiamiento, lo que coloca en una posición ventajosa a quienes disponen de este recurso”.
Una propuesta reciente de las Naciones Unidas (Economic and Social Survey, 2012) plantea establecer un “impuesto a los billonarios” de 1% a la riqueza de las personas con activos netos superiores al billón de dólares, lo que podría recaudar entre 40 y 50 billones de dólares por año.