Este miércoles el periodista y analista político Manuel Malaver conversó en Noticias24 Radio sobre el panorama político actual del país.
En tal sentido, Malaver aseveró que “lo planteado en su libro “Golpistas sin gloria” coincide perfectamente con lo que está ocurriendo en la actualidad en el país. Lo del 4 de febrero no fue un movimiento que surgió para darle regularidad a la República, sino todo lo contrario”.
En relación a los resultados obtenidos en las dos contiendas electorales de este año, el periodista explicó que “los dos datos que salen de estas fechas y no sé porque la oposición no lo ha aprovechado correctamente, es que el país sigue dividido. No se puede decir desde el punto de vista político que haya una mayoría para uno de los dos polos, sino que hay un 50 – 50. La pelea sigue, estamos en rin, lo que estamos viendo los venezolanos es un país donde una mitad no acepta a la otra”.
“El cambio en este sentido sería volver a la normalidad democrática que se establece en base al consenso de los diferentes con un fin común y la participación de las dos partes en la solución de los grandes problemas del país”, asevero.
Sobre el liderazgo de Henrique Capriles Radonski, Malver afirmó que “el problema es que después que sufres una derrota tu liderazgo sale de alguna manera mellado. En algún momento dije que Capriles cometió el error de reconocer de forma tan ligera los resultados del 7-O. El liderazgo de Capriles en este momento está en reconstrucción y va a depender de su posición en los sucesos más dramáticos que están por ocurrir en el país”.
“La política es una guerra sin armas, lo más natural es que la oposición aprovechara sucesos como los de Amuay para sacarle provecho político por muy lamentable que estos hechos sean y lo mismo pasa con la salud del Presidente, aunque han sido enfáticos en decir que no apuestan a que el Mandatario fallezca o quede invalido físicamente. Pero pedirle a la oposición que no utilice eso es infértil porque son cosas que están en el tapete político y se pueden usar siempre guardando el respeto y la humanidad”, expresó.
Por otra parte, se refirió a la polémica en torno a la fecha del 10 de enero y señaló que “el Presidente no quiso que eso sucediera, él vino expresamente a Venezuela a decir que en caso que él no pudiera hacerlo, el Vicepresidente debía asumir e incluso asomó que en caso de una ausencia absoluta y haya que ir a elecciones el pueblo debe votar por Maduro. Eso fue textualmente lo que dijo Chávez”.
Al ser consultado sobre el papel que jugará la oposición en el futuro próximo, el periodista estimó que “el epicentro de la política se va a trasladar al encontronazo entre las dos facciones del gobierno, que son el bloque civil y el militar y en este sentido la oposición va a ser, hasta cierto punto, un invitado de piedra porque no tiene razones para estar a favor de Maduro o de Cabello y desde el punto de vista institucional debemos admitir que no tenemos fuerza para imponerle al Gobierno seguir este camino u otro. Lo que quedará a esta facción política es una recomposición y revisión de sus liderazgos y una reconexión con su gente con miras a consolidar las importantes elecciones de mayo”.
“Cabello y el ejercito son los verdaderos sucesores del Presidente Chávez en caso de que éste no salga bien parado de su proceso médico (…) cabe la posibilidad de un chavismo sin Chávez pero no en manos de un sector civil, sino del militar”, puntualizó.
“El país está dividido y es lógico que se vea con horror, hay una especie de atasco económico y social y el sector político ligado a Chávez es muy diverso va desde lo más moderado a lo más radical. El pueblo por un tiempo verá los beneficios que han recibido del chavismo, pero los balances finales de estos regímenes siempre son muy malos, porque en última instancia siempre es preferible tomar la vía de la institucionalidad y la evolución”.
“En el oficialismo sí hay fuerza para ganar elecciones sin Chávez y este año lo hemos visto con la enfermedad del Presidente, desde ese momento el chavismo comenzó a moverse en la idea de funcionar como un movimiento propio sin la presencia de su líder. Las elecciones fueron campo de prueba de ensayo, allí apareció la maquinaria electoral y de votación chavista. El comandante puede usarse como una figura de fondo, pero ya se sabe que no va a tener la presencia ni la palabra de él para estimular el voto”.
“Sin Chávez esos proyectos y delirios radicales como el Estado Comunal no tienen continuidad. Ni Maduro ni Cabello apoyan esas ideas, la estructura capitalista del país se mantendría sobre todo en sus tramos medio y pequeño”, estimó.