AFP).- Un ex-sacerdote católico boliviano que fue condenado por pederastia y era buscado por nuevas denuncias de violación, apareció ahorcado este jueves en un poblado rural en el sureste de Bolivia, mientras autoridades locales señalaban que se trataba de un suicidio.
El ex-cura Eduardo Revich, de la parroquia de Zudañez, en el pequeño poblado rural del departamento de Chuquisaca (sureste) fue sentenciado en abril de 2011 a 15 años de prisión por abuso deshonesto y corrupción de 18 menores, cuando dirigía entre 2002 y 2007 un centro para jóvenes e infantes pobres que dependía de la Iglesia católica.
“Se trata de un suicidio. El padre Revich se ha suicidado, ha procedido a ahorcarse con una cuerda plástica”, dijo la fiscal local Nora Olmos, en rueda de prensa. El hecho acaparaba el jueves la atención de radios y canales bolivianos, que informaron extensamente del impactante caso.
El exreligioso se había beneficiado de una detención domiciliaria pues había apelado su condena en 2011, aunque poco después surgieron nuevas denuncias de violación a menores por lo que la justicia de la provincia de Zudáñez optó por abrir un nuevo proceso.
En el marco de las investigaciones, Revich no se presentó a una audiencia la semana pasada por lo que la justicia ordenó su captura. La polícia intentaba detenerlo y fue a buscarlo a la parroquia cuando fue hallado ahorcado, según la fiscal.
“De la parroquia se había dado a la fuga a un domicilio contiguo, escapó por la pared, y cuando se llegó al domicilio él ya estaba sin vida”, afirmó la fiscal Olmos.
Acotó que “era el tercer día que lo estaban buscando” por la nueva denuncia de violación de menores.
“La policía y la fiscalía se han constituido en el lugar para levantar todos los elementos de convicción y ver qué sucedió en el lamentable hecho”, afirmó el jefe policial desde la ciudad de Sucre, capital del departamento de Chuquisaca.El jefe de la Policía del departamento de Chuquisaca, Mario Moyano, informó luego a la radio católica Loyola que un equipo de su unidad y fiscales salieron del poblado vecino de Tarabuco hacia Zudáñez “para iniciar una investigación”.
El abogado de las víctimas, Ariel Coronado, precisó que “existía otro proceso abierto de violación”, por lo que el expárroco Revich eludió acudir al llamado de la justicia.
Insistió que “tenía una sentencia por 15 años y se abrió otra denuncia por el delito de violación“.
Por las denuncias, la Iglesia había suspendido del ejercicio religioso a Revich y ordenó el cierre del centro de acogida para menores.
La Conferencia Episcopal boliviana, máxima instancia de la Iglesia católica en el país, había abierto por separado en 2007 una investigación y no se pronunció si tras el juicio se establecería una indemnización a las víctimas civiles.